El coronel ruso Yuri Budanov, condenado en 2003 por el secuestro y asesinato de una joven chechena que para los defensores de los derechos humanos simbolizaba las atrocidades de las tropas rusas en esa república caucásica, fue asesinado el viernes en Moscú.

Yuri Budanov, de 48 años, fue asesinado de cuatro balazos en la cabeza al salir de una oficina.

El homicida, que utilizó un arma con silenciador, se dio a la fuga en un automóvil azul donde lo esperaba un cómplice, que luego fue encontrado quemado, indicó el comité investigador.

Esta noticia inmediatamente fue difundida por las radios y los canales de televisión rusos.

El coronel Budanov, oficialmente privado de su grado, había sido condenado en 2003 a diez años de cárcel por el secuestro y el asesinato en marzo de 2000 de Elza Kungaieva, una chechena de 18 años.

En esa época comandaba una unidad de blindados, durante la segunda guerra lanzada por Vladimir Putin a fines de 1999 en Chechenia.

Ese proceso –un maratón judicial de tres años al final del cual el coronel primero fue declarado no responsable antes de ser condenado–, tuvo una gran repercusión en Rusia, pues para los defensores de los derechos humanos simbolizaba las atrocidades de las tropas rusas en Chechenia.

El 30 de marzo de 2000, Budanov fue arrestado por la fiscalía militar acusado de haber secuestrado, violado y estrangulado a la joven Elza Kungaieva.

Según los testimonios presentados, la joven había sido secuestrada en la casa de sus padres por varios militares ebrios.

El coronel obtuvo una liberación anticipada en 2008.

Budanov fue acusado también del secuestro y la desaparición de 18 civiles chechenos, antes de ser oficialmente absuelto en 2009 por la justicia.