La gigante hidroeléctrica de Belo Monte, plena Amazonía, destinada a ser la tercera mayor del mundo, recibió este miércoles la licencia ambiental, considerada la definitiva luz verde que autoriza a realizar su faraónica construcción, informó el oficial Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama).

“El Ibama concedió a Norte Energia (consorcio de empresas brasileñas que realizarán la obra) la licencia de instalación que autoriza la construcción de la hidroeléctrica Belo Monte, en el Rio Xingú (oeste del estado amazónico Pará) con capacidad instalada de 11.233 Mw2″, informó el organismo en un comunicado.

Indígenas, pobladores tradicionales y ambientalistas han hecho una fuerte campaña contra la obra, y la fiscalía del estado en la región intentó parar el proyecto argumentando que no se cumplen los requisitos ambientales y sociales.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos, pidió a Brasil que suspenda la construcción y que consulte a los pueblos indígenas afectados por las obras.

La autorización ambiental “se fundamenta en un análisis técnico robusto” y supone la incorporación al proyecto de compensaciones socioambientales, entre estas una distribución de agua suficiente para mantener los ecosistemas y los modos de vida de las poblaciones tradicionales, asegura el Ibama.

Con 11.200 MW de potencia (cerca de 11% de la capacidad instalada del país) y un costo de 11.000 millones de dólares, la represa está destinada a ser la tercera mayor del mundo.

La autorización cayó en el período ideal para el inicio de la gigante obra, ya que en junio comienza el estiaje en la región, informó la concesionaria Norte Energía en un comunicado. La concesionaria espera cumplir con los plazos: la primera turbina entrará en operación en 2015 y la última en 2019.