Hasta el Ministerio de Salud llegó la Agrupación Queremos Ser Padres para exigir que la infertilidad sea considerada una patología, para que así Fonasa y las isapres se vean obligadas a cubrir parte de su tratamiento.

Actualmente existe un programa gubernamental en conjunto con la Universidad de Chile de fertilización asistida pero sólo beneficia a parejas que pertenezcan al 20% más pobre de la población.

La presidenta y fundadora de la agrupación, Patricia Ramírez, aseguró que cada intento de ser padre puede costar hasta seis millones de pesos, dependiendo de la complejidad del tratamiento, y muchas veces se necesita más de uno.

La petición fue escuchada por el ministro Jaime Mañalich, quien explicó que se podría ampliar la cobertura del programa que ya existe en conjunto con la Universidad de Chile, siempre y cuando el sistema público sea capaz de resistirlo.

El año 2009 la Organización Mundial de la Salud catalogó la infertilidad como patología.