La canciller francesa Michèle Alliot Marie abandonó el domingo el gobierno del presidente conservador Nicolas Sarkozy que saldrá al rescate de la política exterior de Francia, en particular frente al mundo árabe, en una breve y poco común intervención por radio y televisión.

Luego de reunirse con el primer ministro, Francois Fillon, la jefa de la diplomacia francesa, que ocupaba el cargo apenas desde noviembre pasado, hizo pública su renuncia en una misiva en la que afirma que no cometió “ninguna falta” y se defiende de una “campaña” de “ataques políticos y mediáticos”.

“Aunque tengo el sentimiento de no haber cometido ninguna falta, he decidido abandonar mis funciones como ministra de Relaciones Exteriores”, afirmó Alliot Marie en esa carta dirigida a Sarkozy y de la cual la AFP obtuvo una copia.

Alliot Marie, de 65 años, se defendió de la “campaña” de “ataques políticos y mediáticos” de la que es blanco “desde hace semanas” con el objetivo de “crear sospechas (…) y amalgamas”.

“Desde hace 15 días, mi familia sufre de parte de algunos medios de comunicación un verdadero acoso en su vida privada, para intentar encontrar algo para debilitarme”, sostuvo Alliot Marie en la carta que entregó en mano al presidente Sarkozy al principio de la tarde, según fuentes de su gabinete.

Sus polémicas vacaciones navideñas en Túnez en medio del levantamiento popular que derrocó al régimen autoritario de Ben Alí, sus vínculos con empresarios cercanos a ese dirigente y los negocios que los padres de la ministra concluyeron por esos días, levantaron una ola incesante de críticas.

A ello se sumó el conflicto diplomático abierto con México por el caso Florence Cassez, la francesa condenada en ese país a 60 años de cárcel por complicidad en secuestros, a quien la justicia mexicana rechazó un recurso de amparo el 10 de febrero.

Alliot Marie no dudó en calificar esa decisión judicial de “inicua” y “deplorable” y anticipaba que no asistiría a ningun evento del Año de México en Francia tras lo cual México anunció que no participará en ese evento.

“Nuestra política extranjera funciona mediante la improvisación y los impulsos”, afirmaba la semana pasada un artículo firmado por un grupo de diplomáticos duramente críticos con Alliot Marie y con la presidencia.

En su misiva de renuncia, la ex jefa de la diplomacia francesa asegura que tiene “una muy elevada idea de la política al servicio de Francia como para aceptar ser utilizada como pretexto para una operación semejante”, sostuvo la ex responsable de la diplomacia francesa.

“Tengo hacia usted una muy gran lealtad y amistad como para aceptar que su acción internacionl pueda, de una u otra manera, verse perjudicada”, aseguró antes de pedirle que “acepte mi renuncia”.

Justamente para limitar los daños, Sarkozy, presidente en ejercicio del G20 – economías emergentes e industrializadas- intentará poner punto final a las críticas contra su política exterior a raíz de la tardía reacción de Francia frente a las revueltas populares en Túnez, Egipto y Libia.

El mandatario galo hará una intervención de unos diez minutos por radio y televisión a las 20H00 locales (19H00 GMT).

Alliot-Marie debería ser reemplazada por el actual ministro de Defensa, Alain Juppé, ex primer ministro de Jacques Chirac (1995-2002), cuyo cargo, a su vez, podría ocupar el presidente del bloque del partido en el poder Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha) en el Senado, Gerard Longuet.

Al frente de Interior iría Claude Gueant, uno de los hombres más cercanos a Sarkozy y secretario general del Elíseo, sede de la presidencia francesa.

Hasta ahora al frente de Interior, Brice Hortefeux, amigo de Sarkozy, sería designado consejero especial del Elíseo, para preparar la campaña con miras a las elecciones presidenciales de 2012.

En política desde 1986 en el seno de la derecha francesa, principalmente junto al ex presidente Jacques Chirac (1995-2007), Alliot Marie fue ministra del Interior, de Justicia y de Defensa y además presidenta de la Unión para la República (RPR, neogaulista), partido que precedió a la UMP.