Como un período “muy duro” calificó la intendenta del Bío-Bío, el transcurso de un año desde el terremoto y tsunami que devastó a la zona. Junto con manifestar su satisfacción por las obras de reconstrucción, que cifró en un 50%, aseguró que existe una campaña orquestada para ensuciar este proceso.

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Al 27 de febrero próximo habrá pasado un año de la mayor catástrofe que afectó a la región. Pero también un período extenso, duro y complejo para la intendenta del Bío-Bío, Jacqueline Van Rysselbergue.
Su paso de alcaldesa de Concepción a máxima autoridad regional, no estuvo exento de buenos y malos momentos, sobretodo en las últimas semanas, donde se vio envuelta en una controversia que caló tan profundo, que incluso llegó a La Moneda.
Ya de regreso a lo cotidiano, la crisis está sólo en un paréntesis por la semana de conmemoración de la catástrofe.
Van Rysselberghe asegura que la reconstrucción avanza, incluso la cifra en un 50% en materia de subsidios, y tiene esperanza de cumplir la meta interpuesta por el presidente Sebastián Piñera, de 25.000 casas entregadas, en construcción o reparación a este 27 de febrero.
Respecto a las críticas de la asesoría que el Gobierno Regional contrató por 38 millones de pesos, asegura que se trata de una campaña común y normal para apoyar la reconstrucción, y descarta que existan irregularidades. Esto pese a que la contratada agencia Extend pudiera estar incurriendo en dualidad de funciones con el aparataje local.
Van Rysselberghe, asegura que los cuestionamientos sólo responden a una cruzada contra la reconstrucción:
Dentro de 3 días se dará por superada la conmemoración del 27/F, y ahí la política local tomará otro rumbo. Cambios de gabinete local, intervención de la UDI y RN que negociarán cambios y quizás un giro total a la conducción del Bío-Bío.