Tras un primer año mediocre en su vuelta a la Fórmula 1, a la sombra de su joven compañero de equipo y compatriota Nico Rosberg, la leyenda alemana Michael Schumacher encara su segunda temporada en Mercedes con ambición y sueña de nuevo con el título.

Las declaraciones del alemán, durante la presentación de su escudería en Valencia, no dejan lugar a dudas y ‘Schumi’ vuelve a hablar sin tapujos de victoria.

“Esta temporada vamos a subir al podio con más frecuencia”, dice el piloto, con un tono optimista que contrasta con la resignación que tuvo en 2010, al terminar una temporada en la que fue casi un corredor anónimo, muy lejos de sus siete títulos mundiales conseguidos entre 1994 y 2004.

La temporada pasada estuvo marcada por el protagonismo de su compañero de equipo, Nico Rosberg, que terminó superando a Schumacher a pesar de todas las previsiones y logró sumar el doble de puntos que su compatriota al final del año (142 contra 72).

“La Fórmula 1 es distinta de la que él conocía, con neumáticos distintos”, explica Nobert Haug, director de la división competición en Mercedes, que ayudó a Schumacher en sus inicios.

Los neumáticos fueron justamente una de los principales quejas de ‘Schumi’ la temporada pasada, y tuvo además que conducir un monoplaza lento que la escudería no tuvo tiempo de poner a punto.

“Tendrá una mejor temporada cuando nuestro coche sea competitivo. Y tenemos todas las razones para pensar que nuestro coche será mejor que el año pasado”, explica Haug, algo en lo que Schumacher está de acuerdo.

“Es un monoplaza magnífico, tanto en el exterior como en el interior. Todavía no lo he probado mucho pero la impresión es positiva”, dijo el martes tras una primera jornada de ensayos en Valencia.

Aunque el alemán dijo que esperaba conseguir algunos podios “alguna victoria”, no será fácil para un piloto de 42 años que se enfrenta con rivales 15 o 20 años más jóvenes que él.

“En cuanto a mi forma física, no puedo estar mejor. Siempre estuve al máximo nivel. No es distinto del año pasado”, aseguró ‘Schumi’, respondiendo a las críticas de la prensa, sobre todo tras haber vomitado dentro de un simulador de carreras.

“Es cierto me faltaba práctica pero ya no es el caso. Cuando subo al coche me siento inmediatamente como en casa. Sé lo que tengo que hacer, conozco todas las funciones de un coche y sé como tengo que conducirlo”, asegura el alemán.