Pedro Cid

Pedro Cid

Una mala evaluación del recientemente reabierto Puente juan Pablo II entregaron los automovilistas que transitan por el viaducto. Los desniveles y obras pendientes en las veredas son el blanco de las principales críticas.

Desde el viernes que el puente Juan Pablo II está abierto al uso de los automovilistas, después de 8 meses de reparaciones.

Contar con un viaducto adicional al maltratado Llacolén representa una enorme alegría y alivio para los usuarios, aunque muchos esperaban mejores condiciones de la vía.

Los pronunciados desniveles, ausencia de iluminación nocturna, veredas peatonales en mal estado a la espera precisamente de los trabajos por la luz; asoman como los principales reparos.

Por otro lado, mañana será el primer día hábil sin restricción vehicular, por lo que se espera que los automivilistas usen el puente Juan Pablo II para descongestionar el Llacolén.