Irán parecía haber dado este viernes marcha atrás al proyecto de lapidación de una mujer de 43 años condenada a muerte por adulterio, en un caso que movilizó a la opinión pública internacional, aunque su abogado dijo todavía podía ser ejecutada por otros medios.

“Según la información de las autoridades judiciales competentes en Irán, (la condenada) no será ejecutada por lapidación”, señaló la embajada de Irán en el Reino Unido en un comunicado difundido la noche del jueves y publicado este viernes en su integralidad por el diario The Times.

Sakineh Mohammadi Ashtiani

Sakineh Mohammadi Ashtiani

Sin embargo, el texto no dice en ningún momento que se vaya a conmutar la condena a muerte impuesta en 2006 a Sakineh Mohammadi-Ashtiani, madre de dos hijos, y confirmada en 2007 por la Corte Suprema. La mujer ya recibió 99 latigazos por su supuesto crimen.

El abogado de la víctima, Mohammad Mostafavi, indicó este viernes a la AFP en Irán que no tiene constancia de ninguna decisión de las autorides iraníes.

“Todavía no me han informado de ninguna suspensión de la aplicación de la sentencia”, declaró. “Mi clienta continúa en prisión”.

También señaló la ambiguedad del comunicado oficial, sobre el que hasta el momento no se ha producido ningún comentario en Teherán.

“No dice si la pena ha sido anulada, si ha sido reemplazada por otra, si será liberada o si habrá un nuevo juicio”, agregó el abogado.

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional coincidió en que el texto “suscita más preguntas que las que contesta”.

“Queda por ver si las autoridades judiciales en Irán respaldarán el comunicado de la embajada y ordenarán una revisión del caso”, estimó Drewery Dyke, investigador de temas de Oriente Medio.

Precisó que Amnistía, que el 1 de julio consideró que la ejecución “podía ser inminente, seguía “preocupada” por la víctima y también por su familia.

La posible lapidación de Sakineh Mohammadi-Ashtiani suscitó una importante movilización internacional, y países como Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos expresaron su repulsa en los últimos días e instaron a Teherán a detenerla.

El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, dijo este viernes que “todo en el caso de Sakineh Mohammadi-Ashtiani indigna a la conciencia universal”, e instó a las autoridades iraníes a “escuchar los llamamientos que vienen de Irán y del mundo para que triunfe el sentimiento de humanidad”.

Su homólogo británico, William Hague, calificó la lapidación de “castigo medieval”. “Si se cumple, indignará y horrorizará al mundo”, agregó.

Estados Unidos la consideró “salvaje” y la asimiló con “una forma legalizada de muerte mediante tortura”, según indicó un portavoz del departamento de Estado.

Más de 80 personalidades del mundo de la política y de la cultura, entre ellas la antigua secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice, el premio Nobel de la Paz José Ramos Horta, a los actores Robert Redford, Emma Thomson, Robert de Niro o Juliette Binoche firmaron una carta abierta en la que expresan su “horror y consternación” y piden a Irán “una anulación de esta sentencia injusta y una revisión del caso”.

El hijo de la condenada, Sajad, explicó el jueves al diario The Guardian que habló con su madre y que ésta se mostró esperanzada sobre la presión que esta ejereciendo la movilización internacional.

“Me dieron permiso para hablar con ella y estaba muy agradecida con toda la gente del mundo por apoyarla”, dijo en una conversación telefónica con el rotativo. “Fue la primera vez en años que escuché alguna esperanza en la voz de mi madre”.