Altar

Altar | Carlos Martínez

8 personas detenidas, la incautación de 11 armas de fuego y otras especies, arrojó un allanamiento al interior de un fundo de la localidad de Cajón, en la comuna de Vilcún, donde no se descarta que se trate de una secta, e incluso que una menor de 11 años pueda haber sido víctima de algún delito sexual.

Pieza de la niña

Pieza de la niña

Una denuncia por presunta vulneración de derechos de una menor de 11 años de edad, que desde el año pasado no asistía a clases y los fuertes rumores de que estaba embarazada, además de los antecedentes recabados por equipos de Inteligencia de Carabineros sobre la presencia de armas en el fundo Santa Ana, del kilómetro uno de la ruta Cajón -Vilcún, gatillaron un operativo que coordinó el fiscal del Ministerio Público, Omar Mérida, con el prefecto de Cautín coronel Hernando Hevia, al mando de un numeroso contingente policial.

Al allanar una casa de madera de 2 pisos ocupada por 8 adultos, 3 de ellos mujeres, y una niña de 11 años, la sorpresa fue mayúscula al encontrar primero tenaz resistencia de los ocupantes del inmueble y en el segundo piso un impresionante santuario o lugar de oración, plagado de imágenes religiosas católicas sin que los ocupantes lograran entregar una explicación del por qué estaba instalado en ese lugar.

Tampoco explicaron por qué la menor era mantenida en la vivienda, identificada como “Princesita” o “Elegida”, y menos sobre las razones para mantener una pistola, 7 revólveres, 2 escopetas y un rifle con sus municiones.

César Baeza Segura

César Baeza Segura

Lo anterior, a juicio del fiscal, permite iniciar una investigación por asociación ilícita para delinquir por tenencia ilegal de armas de fuego y presuntamente delitos sexuales.

En todo caso, la situación claramente era por lo menos extraña al interior de la casa allanada, según se desprende de los dichos de César Baeza Segura de 68 años, jefe del grupo familiar detenido quien aseveró que un ángel les ordenó efectuar diversas prácticas usando como medio a la niña, que identificó como “Princesita”.

El hombre agregó que especialmente en las noches, los integrantes del grupo familiar salían de la casa a matar demonios, aclarando que lo hacían con oraciones para que no se acercaran a la familia, insistiendo que las instrucciones se las impartían pequeños ángeles a través de “la Princesita”, que no se descarta haya sido venerada en rituales en la vivienda, que además estaba llena de diversos alimentos y líquidos ante la proximidad del fin del mundo.

Los informes preliminares sobre los exámenes practicados a la menor de 11 años, quien sería nieta del jefe de hogar, habrían descartado un embarazo como se pensó inicialmente, aunque persisten las indagaciones por eventuales abusos sexuales.

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