El opositor cubano Franklin Pelegrino depuso este miércoles una huelga de hambre que mantenía desde hace 40 días en apoyo al ayuno del periodista disidente Guillermo Fariñas, convencido de que no lograría nada con el gobierno, según dijo a la AFP.

“Vemos que es imposible lograr algo por esta vía con (el presidente) Raúl Castro. Los hermanos opositores y los familiares me pedían que dejara la huelga”, declaró por teléfono Pelegrino, obrero de 38 años, desde la casa de un disidente en Holguín, 730 km al noreste de La Habana.

“Raúl Castro dijo que no iba a aceptar ningún chantaje, así que no le importa que haya más muertes”, añadió Pelegrino, que inició el ayuno el 28 de febrero, cinco días después de que murió el preso político Orlando Zapata tras una huelga de hambre de casi tres meses.

Pelegrino se sumó entonces a la huelga que Fariñas inició el 24 de febrero, al día siguiente de la muerte de Zapata, para exigir la libertad de 26 presos políticos enfermos.

Desde el hospital de Santa Clara (centro), donde fue internado el 11 de marzo tras un shock hipoglucémico, Fariñas, de 48 años, dijo a la AFP que apoya la decisión de Pelegrino, pero que él llevará “hasta las últimas consecuencias” su ayuno.

“Esto se hizo un problema personal entre Raúl Castro y yo. El dice que somos mercenarios y yo le voy a demostrar que somos patriotas, capaces de morir por nuestras ideas”, comentó Fariñas.

Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN) -ilegal pero tolerada-, el médico Darsi Ferrer, de 40 años, declarado por Aministía Internacional preso de conciencia, mantiene un ayuno en una prisión de La Habana desde el 20 de marzo.

Raúl Castro dijo el domingo que “pase lo que pase” no cederá al “chantaje”. El gobierno no reconoce presos políticos -unos 200 según la CCDHRN- y considera a los opositores “mercenarios” de Washington.