Sigue complicándose el panorama para Jeannette Hernández Castro, madre acusada de asesinar a su pequeño hijo de 7 años, Esteban Rojo, y de dejar con graves secuelas neurológicas a su primogénito de 17 años, Pablo Rojo.
En el sexto día de juicio oral en el Tribunal de Puente Alto, declaró el siquiatra del Servicio Médico Legal, Italo Sigala, quien sostuvo que de acuerdo a los test realizados a la madre, se descartó algún tipo de trastorno mental en ella, lo que echa por tierra la principal arma que tenía la defensa para declararla inimputable por sicosis endógena.
Situación que complementó el psicólogo de la Fiscalía Sur, Cristián Álvarez, quien realizó un paralelo sobre las reacciones de los padres posterior a los crímenes, recalcando lo devastado que estaba Pablo Rojo, padre de los menores atacados, y la pasividad de su esposa Jeannette Hernández.
Además, durante esta jornada también declararon los vecinos de la familia Rojo, Héctor Hugo Riquelme y Lidia Rojas Vallejos, quienes estuvieron al momento en que encontraron los cuerpos de los menores.
En este sentido, ambos expusieron que la madre no entró a la casa tras percatarse del crimen, hecho que contradice completamente la versión entregada por Jeannette Hernández, quien sostuvo que entró y salió de su hogar por lo menos en tres oportunidades.
Para estos días se espera que se siente en el estrado como testigo el papá de los hermanos atacados, Pablo Rojo.