Varias ciudades de Brasil, incluidas Sao Paulo y Rio de Janeiro, se encontraban la madrugada del miércoles en total oscuridad debido a un sorpresivo apagón, que también afectó a Paraguay y sería consecuencia de una falla en la represa binacional de Itaipú.
El apagón comenzó en Brasil poco después de las 22:15 (21:15 del martes en Chile) y alcanzó al menos 8 estados.
Voceros del Sistema Eléctrico Nacional aseguraron que el apagón se habría generado con un inédito paro completo de la represa Itaipú, que Brasil comparte con Paraguay, en un efecto dominó que se extendió a diferentes ciudades, dijo el canal de TV Globo.
El ministro de Energía de Brasil, Edson Lobo, confirmó en rueda de prensa que un problema aún no definido provocó una inédita paralización de la represa al registrarse fallas en líneas de transmisión.
“Sabemos que hubo una paralización completa de Itaipú”, aseguró Lobao, quien citó “cuestiones atmosféricas” como algunas tormentas que afectaron líneas de transmisión provenientes de Itaipú (ubicada en el estado de Paraná, sur, frontera con Paraguay).
Jorge Samek, presidente de Itaipú, declaró a Globo que “no existe ningún problema en la generación, el problema estaba en la transmisión”.
En Paraguay, el apagón duró 30 minutos y afectó todo el territorio, dijo un portavoz de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) a la AFP.
“Dos líneas cayeron simultáneamente por causas que estamos investigando”, dijo el ingeniero Jacinto Bernal, portavoz de la ANDE.
“En el sistema electrico brasileño se produjo un corte general como consecuencia de algun inconveniente en sus líneas de alta tensión. Se produjo la parada de todas las 18 unidades generadoras de energía de Itaipú. El sistema electrico paraguayo quedó afectado”, explicó.
El paro del sistema dejó un déficit de generación de unos 17.000 megawatts, equivalente a la potencia general de todo el estado de Sao Paulo, el más desarrollado de Brasil.
Entre otros estados, los de Sao Paulo y Rio de Janeiro quedaron con sus capitales y ciudades del interior prácticamente paralizadas, además de buena parte de las de Minas Gerais (sudeste), Mato Grosso do Sul (sudoeste), Goiás (centro), Pernambuco (noreste) y parte de Espírito Santo (sudeste), Rio Grande do Sul (sur) y el Distrito Federal.
Grandes áreas de ciudades como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Belo Horizonte, Recife, Brasilia o Goiania quedaron a oscuras y además con servicios básicos interrumpidos como el caso de algunas operadoras de telefonía, tren metropolitano subterráneo y otros.
En la mayor metrópolis, Sao Paulo (11 millones de personas), la oscuridad era absoluta en la principal avenida, la Paulista, con apenas algunos focos de edificios con generadores.
Miles de pasajeros tuvieron que salir de vagones del metro y andar por los rieles para buscar las bocas de salida.
La actividad en aeropuertos no se había detenido totalmente, pues continuaban aterrizando y despegando algunos aviones en Congonhas.
Otros 2 problemas grandes también afectaban a Sao Paulo como otras ciudades: el de la seguridad y el tránsito.
Los semáforos en las avenidas y calles estaban apagados, lo que generaba complicaciones en el tráfico de vehículos.
La oscuridad demandó también que la policía tuviera que reforzar el patrullaje por las calles para evitar incidentes.
En Rio la oscuridad en el centro de la ciudad era total, pudo constatar un periodista de AFP, y la radio indicó que el subterráneo estaba paralizado, con número considerable de pasajeros.
La empresa operadora del metro debió exhortar a evitar el pánico, en una ciudad marcada fuertemente por la violencia urbana.
Además, muchas personas fueron afectadas por la detención de elevadores en oficinas y edificios residenciales.