A falta de dos meses para que se realice la COP25 en Chile, el presidente Sebastián Piñera desestimó -por segunda vez- suscribir el Acuerdo de Escazú.

Este pacto tiene por objetivo garantizar la implementación plena y efectiva de los derechos de acceso a la información, participación pública en los procesos de toma de decisiones y acceso a la justicia en asuntos ambientales.

Hace un año ya había desechado la idea. Pero la semana pasada, durante la Cumbre sobre la Acción Climática que se desarrolló en Nueva York, volvió a abrirse a la posibilidad.

Si bien subrayó que “ese acuerdo tiene algunos problemas que tienen que ser resueltos antes que Chile lo firme” y apuntó a “problemas de cesión de soberanía, o problemas que pudieran llevar a Chile a que sea demandado ante cortes internacionales sin justificación”, señaló luego que estaban estudiando opciones para buscar la mejor manera de que nuestro país pudiera adherirse al Pacto de Escazú, lo que marcó un matiz respecto a la postura inicial del Gobierno.

Pero al regreso de Estado Unidos, tras una Asamblea General de la ONU que tuvo como eje central el cambio climático, volvió a su postura inicial.

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“El Presidente se llena la boca de palabras bonitas y vende humo sobre lo bien que está Chile. Este anuncio confirma lo vacías que son sus palabras”
- Trinidad Fiorentino, vocera Fridays For Future.

Ayer domingo señaló que el pacto “está contenido en la legislación nacional. Por lo tanto, no agrega nada”. Tenemos “Ministerio, Superintendencia, Tribunales. Nuestra legislación protege lo que nosotros protegemos”, aseguró.

Las críticas no se hicieron esperar. El director ejecutivo de la ONG Fima, Ezio Costa, señaló que los argumentos esgrimidos por el jefe de Estado son un error básico, considerando que de la lectura del acuerdo se puede entender fácilmente -en su opinión- que plantea estándares diferentes a lo que tenemos en nuestro país.

Ana Piquer, directora de Amnistía Internacional, calificó de decepcionante la decisión del Presidente. “Es un tratado de DDHH, que garantiza los derechos de las personas de cara a las decisiones que tienen impacto medioambiental”, remarcó.

Trinidad Fiorentino, vocera de Fridays For Future (Viernes por el Futuro), fue la más tajante y señaló que la acción de Piñera demuestra el doble estándar que tiene el Gobierno en materia medioambiental.

“El Presidente se llena la boca de palabras bonitas y vende humo sobre lo bien que está Chile. Este anuncio confirma lo vacías que son sus palabras”, acusó.

Agencia UNO
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Ley Quintero y Puchuncaví

También apuntó a las zonas de sacrifico. Piñera reconoció que “abusamos con la gente de Quintero y Puchuncaví durante décadas. Por eso yo, como presidente de Chile, siento claramente mi obligación y mi responsabilidad”, y agregó que “muchas de esas empresas -yo creo- no van a ser capaces de cumplir con las normas que fija el Plan de Descontaminación y van a tener que salir”.

Dicha situación arrastró más críticas, esta vez desde las organizaciones sociales. Priscilla Pacheco, vocera del Cabildo Abierto de Quintero, propuso que se impulse una ley llamada Quintero, Puchuncaví y Concón, cuya iniciativa consistiría en que todas las empresas que se encuentran sin su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) sean sometidas a evaluación para contar con la normativa y modernizar instalaciones obsoletas.

Del mismo modo, Pacheco realizó un llamado al presidente Piñera para que se cierre la empresa Aes Gener.

En esa misma línea, la vocera de Mujeres en Zona de Sacrificio, Katta Alonso, valoró que se reconoza el abuso a los habitantes de Quintero y Puchuncaví. Sin embargo, enfatizó en la necesidad de medidas urgentes.

“No es posible que todos los Gobiernos (…) nos dejan más empresas”, criticó aludiendo a las desalinizadoras que se pretenden instalar en el cordón industrial.

Por su parte, el diputado Pablo Kast (Evópoli) espera que la Fundición Codelco Ventanas sea erradicada de la bahía de Quintero, junto con las dos termoeléctricas que se encuentran emplazadas en la zona. Lo anterior, por ser las más contaminantes del lugar.

Con todo, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, Guido Girardi, apuntó a que debe existir una correlación con el discurso de Piñera y las actuaciones de sus ministros.

“Están haciendo todo lo contrario de lo que el Presidente le está pidiendo a la humanidad desde el punto de vista de los compromisos con el Medio Ambiente”, remarcó.