Un pequeño avión no tripulado comenzó a fotografiar toda el área devastada por el megaincendio forestal de enero en la provincia de Ñuble. Un trabajo complejo destinado a conocer la realidad de la zona siniestrada.

Por varios meses se prolongará el trabajo de este aeromodelo, de menos de medio kilo de peso y 80 centímetros de ancho de alas. Llegó a la zona gracias a un convenio firmado por la asociación regional de municipios y la ONG suiza Territorios Solidarios.

La acción del Swinglet Cam se focalizará primero en la zona del valle del Itata. Para el alcalde de Quillón, Jaime Catalán, de haber contando con esta información antes del gran incendio, se habría podido trabajar mejor en el control del fuego.

A unos mil metros de altura, el aparato de la empresa Sensefly surcará de ida y vuelta todas las veces que sea necesario, hasta formar la secuencia de fotografías aéreas, identificando las áreas boscosas, caseríos y plantaciones.

Días despúes del mega incendio, la organización de Ginebra ofreció un importante staff de profesionales para iniciar un trabajo de colaboración al desarrollo y recuperación del territorio. Su presidente Philippe Brun, mencionó que la idea es culminar con una estrategia territorial enfocada en el riesgo de desastres.

El modelo fue llevado hasta la Intendencia para ser mostrado a la primera autoridad regional. El presidente de la asociación regional de municipios, Angel Castro, destacó que el aparato puede colaborar en muchos otros temas.

Fotógrafos, topógrafos, especialistas en aeronáutica, meteorólogos y otros profesionales estarán varios meses en la zona desarrollando su trabajo, usando como herramienta principal este pequeño prototipo.