Estados Unidos no considera que la suspensión temporal de la erradicación de hoja de coca en Perú sea un cambio en la política antidrogas de ese país, y confía en que la cooperación bilateral se mantendrá, afirmó este jueves el Departamento de Estado.

“No creemos que la suspensión temporal de la erradicación esta semana represente un cambio mayor en la política antinarcóticos del gobierno peruano”, dijo el Departamento en un comunicado.

El gobierno del presidente Ollanta Humala anunció el miércoles la suspensión de la erradicación de los cultivos de coca en la zona del Huallaga, segunda región de mayor producción del país, dentro de un proceso de evaluación de la política antidrogas.

La erradicación se hace en el marco de un convenio de colaboración con Estados Unidos.

“Funcionarios peruanos del más alto nivel aseguraron a nuestra embajada el 17 de agosto su intención de continuar la cercana colaboración en la lucha contra las drogas y el crimen, y trabajar juntos para continuar reduciendo el cultivo ilegal de coca en Perú”, señaló el Departamento.

“Saludamos ese compromiso”, destacó.

Los dos países han logrado “reducir significativamente” el cultivo ilegal de coca en Perú y Washington espera que ese “espíritu de cooperación y colaboración, caracterizado por comunicaciones fluidas con autoridades peruanas”, continúe, agregó.

El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, anunció también el jueves que Perú inició gestiones con Estados Unidos, Colombia, Bolivia, México y Brasil, para realizar una cumbre antidrogas de países productores y consumidores.

El gobierno estadounidense ha insistido en que desea estrechar los nexos bilaterales con el gobierno de Humala, un militar retirado de izquierda que asumió la presidencia el 28 de julio.

“Deseamos una colaboración sólida y seguimos trabajando en esa dirección”, dijo el miércoles a periodistas la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

Antes de asumir el cargo Humala visitó Washington, donde se entrevistó con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y durante una visita a la Casa Blanca fue recibido sorpresivamente por el presidente Barack Obama, con quien coincidió en el deseo de estrechar las relaciones.