La Real Academia Española (RAE) anunció este viernes que revisará -y modificará- la definición de “sexo débil”.

Según explicó un representante de la organización al periódico español El País, la modificación se hará en la versión digital del Diccionario de la Lengua Española, la que estará disponible en diciembre.

No obstante, la misma fuente precisó que en ningún caso se eliminará la acepción, debido a que su uso está “documentada” en el uso cotidiano y en publicaciones.

Básicamente, lo que harán será agregar una marca de uso en la entrada de “sexo débil”, precisando que se trata de una expresión “con una intención despectiva o discriminatoria”.

En tanto, en la entrada de “sexo fuerte”, cuya acepción es la de “conjunto de los hombres”, se agregará otra marca para precisar que este concepto es usado “en sentido irónico”.

El anuncio llega justo después de una petición realizada en el sitio Change para que la RAE eliminara estas expresiones por considerarlas “machistas”.

“Creo que son definiciones que no deberían existir por el mero hecho de que seamos mujeres u hombres”, señala Sara Flores, autora de la iniciativa.

“Como mujer que soy es normal que me sienta ofendida y también pienso que es una gran ofensa para todas las mujeres y para todas las que han luchado por que hoy en día tengamos derechos. En pleno 2017 me parece vergonzoso que todavía queden mentes tan cerradas”, agrega.

La petición ya suma más de 75 mil firmas de apoyo.

¿Sexo débil?

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada, en colaboración con el Hospital Clínico San Cecilio de Granada, ha demostrado científicamente que las niñas recién nacidas presentan una mayor defensa antioxidante y un menor daño oxidativo en las membranas celulares que los niños, además de unas mayores actividades enzimáticas antioxidantes. En otras palabras: responden mejor al estrés que ellos.

Además, las madres que dan a luz niñas presentan una mayor defensa antioxidante de su organismo y menos daño a las principales biomoléculas, en comparación con las madres que dan a luz a niños, además de un menor proceso inflamatorio durante el parto, hecho que también se observaba en las niñas recién nacidas con menores niveles de interleukinas proinflamatorias. Es decir: el parto de una niña es menos agresivo para la madre que el de un niño.