Rodrigo Valdés alcanzó a estar 843 días en el Ministerio de Hacienda, cargo en el que reemplazó a Alberto Arenas en mayo de 2015 tras el primer cambio de gabinete de Michelle Bachelet. Además de la disputa que protagonizó con el gobierno y que detonó sus salida, tras criticar el rechazo del Comité de Ministros a la construcción del proyecto minero Dominga, durante su gestión vivió varios episodios en los cuales cuestionó, en parte, las reformas impulsadas por Bachelet y actuaciones de sus pares, llegando incluso a enfrentarse con ellos.

Radio Bío Bío hizo un recuento de algunos de los capítulos más álgidos en los cuales el ex titular de Hacienda colisionó con el gobierno, que puede revisar a continuación.

Modificó la primera reforma emblemática del gobierno

Fue una de las primeras determinaciones que tomó cuando llegó al gobierno. La reforma tributaria, el primer proyecto emblemático del gobierno de Bachelet, llevaba poco más de medio año fuera del Congreso cuando Valdés debutó en el cargo. Pasaron apenas unas semanas cuando, en un almuerzo con los parlamentarios oficialistas de las comisiones de Hacienda de la Cámara y el Senado, sondeó internamente la posibilidad de modificar la Ley. Finalmente, en diciembre de 2015 el gobierno envió al Parlamento un proyecto para “simplificar” su primera gran reforma. Se introdujeron cambios al sistema para tributar el impuesto a la renta, al IVA a los inmuebles y normas antielusión, entre otros.

En junio de este año, en entrevista con Radio Duna, Valdés transparentó parte de su análisis crítico frente a la iniciativa cuya primera etapa fue liderada por su antecesor, Alberto Arenas. “Si hay un mea culpa que podemos hacer, es que debimos haber presentado la reforma tributaria no como algo que no tenía ningún impacto, que era neutro, porque no es neutro”, dijo. Junto a ello, también afirmó que “es muy distinto cómo se recibe un cambio tributario si uno lo presenta así, a que como si se presenta que estos no tiene ningún efecto (…) fue una equivocación de presentación”.

Puso la reforma laboral en pausa reflexiva

Solo días después de haber asumido como ministros, Valdés y la -en ese entonces- titular del Trabajo, Ximena Rincón, resolvieron tomar una “pausa reflexiva” para analizar la reforma laboral. La acción fue interpretada como una señal de una posible moderación del proyecto que hasta ese momento habían liderado los ex ministros Alberto Arenas, de Hacienda; y Javiera Blanco, del Trabajo. Tras ello, Valdés asumió la conducción de la discusión, cerrando la puerta durante la negociación parlamentaria a materias demandadas por el propio oficialismo, como la negociación ramal.

El foco de Valdés fue reducir el riesgo de un impacto adverso en el crecimiento económico, objetivo que le valió diferencias con la ministra Rincón. Tanto así que una de las razones que deslizó Rincón al dejar la cartera de Trabajo, en noviembre del año pasado, fueron las discrepancias con su par de Hacienda. De hecho, en marzo de este año y en el contexto del debate previsional, Rincón manifestó su apoyo, a través de una red social, a la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, afirmando que el “Ministro Valdés debe entender que la previsión depende de @MintrabChile y que ministros son sus pares, no subalternos”.
La tensión entre Rincón y Valdés también quedó en evidencia en materias como el desempleo. El 25 de abril de 2016, por ejemplo, la Universidad de Chile informó que el desempleo en Santiago había escalado a 9,4%. Rincón reaccionó señalando que el ajuste fiscal anunciado a fines de febrero podría haber impactado en esa cifra. “Ese argumento es completamente equivocado, no hay ninguna base para sostener eso”, recriminó Valdés inmediatamente.

Trató de “imprudente” a su par de Trabajo

En marzo de este año, cuando el gobierno aún estudiaba y debatía de forma hermética la reforma previsional que finalmente anunció hace un par de semanas, la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss (en la foto), adelantó parte de la discusión.

“Parte del ahorro del 5% de los más ricos que trabajan irá a mejorar el ahorro de los más pobres que trabajan. Todo esto será en cuentas personales administradas por un ente público porque, estamos claros, ni un peso más a las AFP. Quiero ser categórica, ni un peso más a las AFP”, sostuvo Krauss en un seminario realizado sobre el tema.

Alejandra Krauss, ministra del Trabajo
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Los dichos de la titular de Trabajo generaron diversas repercusiones, entre ellas, la molestia de su par de Hacienda, Rodrigo Valdés. “En la evaluación de los avances, como gobierno acordamos plantear una serie de propuestas a esta mesa. La ministra del Trabajo, de manera imprudente, comunicó públicamente hoy la visión que tenemos sobre la administración del 5% que se convertirá en el pilar de ahorro colectivo, anticipando un debate que se daría en la mesa con los partidos, sin precisar los detalles de esta propuesta y otros elementos complementarios”, criticó Valdés, a través de una declaración pública.

El entonces jefe de las finanzas públicas agregó que Krauss, además, “empleó consignas que están fuera del espíritu con que hemos trabajado (…) Esta intervención puede afectar severamente las confianzas de quienes están participando en este esfuerzo”.

Los dardos contra la ministra Adriana Delpiano

En julio de 2016, Rodrigo Valdés y la ministra de Educación, Adriana Delpiano, arribaron a la comisión del ramo en la Cámara de Diputados, instancia a la que fueron invitados para explicar el proyecto sobre Educación Superior.

Durante su exposición, la titular de Educación señaló que Valdés, en ese entonces ministro de Hacienda, entregaría al Congreso mayores detalles y elementos sobre cómo efectivamente sería viable la iniciativa legal y en qué plazo se lograría, si se cumplían ciertas condiciones. “Prefiero que él entregue esa información. El ministro de Hacienda tiene el cálculo de cuánto nos demoraremos en llegar a la gratuidad universal”, dijo.

Sin embargo, Valdés contradijo los dichos de Delpiano, quitándole el piso. “Es un ejercicio inconducente ponerle tiempo a esto (la gratuidad), porque lo que propone el proyecto es poner un gatillo que depende de condiciones endógenas”, afirmó ante los diputados que integraban la comisión.

Ese no fue el único episodio en el que el ex ministro de Hacieda cuestionó públicamente a Delpiano. También lo hizo cuando se debatía si la gratuidad en la educación universitaria debía ser universal o no. “Esta Ley y la voluntad de la Presidenta de la República es señalar cómo el país camina a la gratuidad universal (…) Justamente porque no sabemos cómo viene la economía para adelante se han establecido mecanismos por los cuales se sigue avanzando”, expuso la ministra en ese momento.

Pero Valdés contrastó la versión de Delpiano, donde incluso puso en entredicho la viabilidad de la gratuidad universal: “Para llegar a la gratuidad para todos, sin embargo, es posible que la sociedad tenga que tener una discusión más profunda respecto de si quiere destinar todos esos recursos a eso u otra cosa”. En ese sentido, precisó que con la carga tributaria que tiene el país sería posible financiar solo un avance en el tema.