El obispo de Linares, Tomislav Koljatic, aseguró que “con mucho gusto” renunciaría a su cargo, en caso de que el Papa se lo pidiera por el bien de la Iglesia. Koljatic ha sido fuertemente cuestionado por haber sido parte del llamado “círculo de hierro” de Fernando Karadima.

Siguen las reacciones a la carta que envió el papa Francisco al episcopado chileno. Esta vez las esquirlas llegaron hasta Linares, donde es obispo Tomislav Koljatic, que junto con Juan Barros, fue uno de los colaboradores más cercanos de Fernando Karadima.

Koljatic, que en su momento envió cartas al Vaticano en defensa del expárroco de El Bosque, ha sido fuertemente cuestionado y no son pocos los que han pedido su renuncia, tal como ha sucedido con Juan Barros en Osorno.

Tanta fue la presión, que esta jornada dio un punto de prensa en el que volvió a negar las acusaciones de encubrimiento que las víctimas de Karadima vertieron en su contra y aseguró que si el Papa se lo pide, él se va.

Desde la organización “Laicos de Linares”, criticaron la declaración de Koljatic. Su vocero, Gustavo Madrid, acusó al obispo de falta de humildad por dejar su suerte únicamente en manos del Papa y no escuchar a la gente.

Mientras, uno de los temas que gatilló la cita en el Vaticano, los abusos sexuales dentro de la congregación de los Hermanos Maristas, tuvo novedades en el plano judicial.

El 34º Juzgado del Crimen de Santiago, revirtió la decisión inicial de no investigar las denuncias de abusos sexuales y violación expuestos en una querella criminal en contra de los hermanos maristas.

Juan Pablo Arévalo, abogado querellante, explicó que el tribunal dará curso a la investigación tras desestimar que los delitos estuvieran prescritos.

La querella pesa sobre dos sacerdotes, por delitos cometidos en contra de Isaac Givovich, Eladio Valdés y Gonzalo Dezerega, que en ese momento eran menores de edad.