¿Se imagina usted comprar un automóvil en mil, 3 mil o mejor aún, en 500 pesos? Puede parecer insólito, pero esos precios se registran en el catastro entregado al concejal Osvaldo Hernández de los remates efectuados en el aparcadero municipal de Osorno.

La información fue presentada en el Concejo Municipal por el edil, luego de recibir un archivo con el detalle de todos los remates legales efectuados desde el 2009 hasta el 2016. Información que venía pidiendo desde el pasado año y para los cual el Departamento de Control tuvo que realizar un verdadero “trabajo de chino”, según Hernández.

Y es que según reclamó, no existe un sistema que registre ordenadamente lo que ingresa y se remata, por lo que pidió en la sesión que se desarrolle alguna aplicación informática al respecto.

Consignar que en se trata de especies enviadas desde el Juzgado de Policía local, producto de infracciones cursadas por inspectores municipales, por lo que tienen multas adosadas, por lo que al pasar mucho tiempo, años incluso, se van a remate porque nadie los reclama.

Pero lo que más llama la atención son los precios que se pagan por cada prenda que se que remata. Por ejemplo, en el último proceso efectuado el 21 de junio de 2016 destaca un automóvil vendido a 500 pesos, varios a mil, o bicicletas también a 500 pesos.

Claro que hay valores que son más altos, aunque de igual forma con precios accesibles, como una moto a 70 mil pesos. Así se suman televisores, artículos de computación y electrónica, cargas de bebidas alhocólicas, entre varios otros tipos.

Sin embargo, el problema surge porque en varios casos desde el 2009 se registran varios nombres que se repiten en cada remate, por lo que el concejal Hernández reclamó porque se de mayor publicidad a las fechas en que se realizaran la reliquidaciones, generando campañas, utilizando desde medios de comunicación hasta las redes sociales.

Y es que el bajo valor pagado, por ejemplo, por un vehículo, puede ciertamente se masificado por el desarme y la chatarra.

Por ello es que insistió en que se debe crear un registró de los productos que ingresan, incluso con detalle de sus piezas interiores, además de difundirse mejor las fechas de los remates, con tal de que toda la comunidad pueda participar.