Hasta esta jornada se mantienen las filas y las largas esperas en los vacunatorios internacionales para obtener una dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla.
En el Hospital Clínico de la Universidad Católica había gente esperando desde las 07:00 horas del lunes, sin poder acceder a la inmunización.
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Una situación que podría haberse previsto y evitado, según la presidente del Colegio Médico, Izkia Siches. Esto, considerando que el brote de la enfermedad comenzó en 2016.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, llamó a la calma y afirmó que de terminarse el stock de vacunas, se permitirá el ingreso al país de más dosis.
No obstante, esta escasez no sólo se registra en Chile, sino que también en Argentina y Brasil los usuarios hacen largas filas para obtener una vacuna.
La diferencia es que en Argentina las vacunas son entregadas en hospitales públicos, pero con la misma espera.
La ciudad de Sao Paulo registró 53 casos y 16 muertes en todo 2017 por fiebre amarilla. Durante las primeras semanas de 2018 el balance se triplicó, llegando a 134 casos y 52 muertes.
