El escándalo por la carne brasileña impacta en Chile ya que el Gobierno cerró fronteras para el ingreso de esos productos, aún no existe certeza si ingresaron a nuestro país lotes de carne adulterada, hecho que fue calificado como un atentado a la salud pública por parte del Colegio Médico.

El presidente de la orden, Enrique Paris, llamó a detectar y retirar con urgencia el producto fraudulento que pudiese haber ingresado al territorio nacional.

“No se puede hacer un análisis de bolsa por bolsa o unidad por unidad, creo que hay que pedir la cooperación internacional”, señaló.

Prácticas fraudulentas que efectuaban grandes empresas productoras de carne, descubiertas por la policía de ese país tras dos años de investigación, que incluían el uso de ácidos y otros productos químicos -en algunos casos cancerígenos- para disimular las características físicas de los productos podridos y su olor.

Además, se constató la adulteración de las fechas de vencimiento de los productos y la inyección de agua para aumentar su peso.

“Maquillaje” de carne

Varias de las principales cárnicas de Brasil, entre ellas JBS y BRF, “maquillaron” con productos químicos carnes que estaban en mal estado y no cumplían con los requerimientos para poder ser destinadas al consumo en el exterior.

Escándalo que golpea al principal exportador de estos productos, que en el mundo vende más de 10 mil millones de dólares en carne de pollo y vacuno que llega a 150 países -la mayoría de la Unión Europea y Asia- cuyo negocio representa el 7,2% del PIB de ese país sudamericano.

El episodio también tuvo consecuencias en Chile, donde esta mañana el Ministerio de Agricultura decretó el cierre de las fronteras, por lo cual no podrá ingresar ningun tipo de carne desde Brasil, hasta que su Gobierno no informe de cuáles eran los frigoríficos con carne fraudulentas y qué lotes están adulterados.

Una situación que es preocupante, ya que del total de la carne que se consume en Chile el 50% aprox es importada, de eso un tercio corresponde a carne proveniente de Brasil, el resto lo hace desde Argentina y Paraguay.

El director del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Angel Sartori, aseguró que esta medida podría revertirse, sólo si se explicita cuáles son los lotes afectados. En 2016 el 38% de la carne del mercado correspondía a carne brasileña.

Mientras en el cuestionado país han intentado poner paños fríos por medio de la invitación del presidente Michel Temer, a embajadores de distintos países a donde se exporta carne brasileña, a comer una parrillada. Encuentro celebrado en el Palacio presidencial de Planalto, donde el mandatario garantizó que las investigaciones han permitido desarticular un “pequeño” grupo que integraba esa banda, y subrayó los rigurosos controles aplicados a las carnes brasileñas, “que han sido reconocidos por todos los importadores”, dijo.

Precisó que, de 4.837 empresas de ese sector, sólo 21 están bajo sospecha, y que apenas una treintena de los más de 10.000 fiscales de vigilancia sanitaria que hay en el país están implicados.

Por parte, el ministro de agricultura de ese país, Blairo Maggi, explicó que son casos aislados.