Las autoridades italianas intentaban identificar este lunes a los responsables de la inédita campaña en Roma contra el papa Francisco, lanzada mediante centenares de afiches con críticas al pontífice argentino.

Los carteles anónimos aparecieron durante fin de semana en los muros de varios barrios céntricos de la capital italiana y en ellos se muestra una foto de Francisco, con cara de ira y una leyenda en dialecto romano.

“A France (Francisco), has comisariado Congregaciones, removido sacerdotes, decapitado la Orden de Malta y a los Franciscanos de la Inmaculada, ignorado cardenales, ma n’do sta la tua misericordia (¿dónde está tu misericordia?)”, dice el afiche con tono irónico y sin firma.

Las acusaciones contra Francisco se refieren a problemas que ha tenido con los sectores más conservadores de la Iglesia católica y de la Curia romana, la poderosa maquinaria central.

Los carteles, muchos de ellos pegados en vallas publicitarias, citan entre otros la guerra con la Orden de Malta y el retiro obligado del ultraconservador Stefano Manelli, de 83 años, fundador en la década de 1970 de Frailes Franciscanos de la Inmaculada.

Igualmente, critica el hecho de que el pontífice “ignora a cardenales”, en una alusión a los cuatro purpurados ultraconservadores que pidieron públicamente en una carta en septiembre pasado a Francisco que corrija los “errores doctrinales” de su encíclica Amoris Laetitia.

La sombra de los ultraconservadores

Algunos carteles fueron despegados y otros parcialmente tapados por orden de la alcaldía de Roma, por tratarse de publicidad ilegal.

Mientras la policía de la capital examina las imágenes registradas por la red de cámaras de vigilancia, para tratar de determinar quiénes fueron los autores materiales de la campaña. Dentro del Vaticano se barajan varias hipótesis sobre sus autores intelectuales.

Sin hacer referencia al caso, el papa habló el domingo durante el ángelus de “la envidia, la difamación y la calumnia” entre católicos, lo que resultó una suerte de respuesta indirecta.

“Estos gérmenes arruinan el tejido de nuestra comunidad, que debería brillar por acogida, solidaridad y reconciliación”, dijo.

Según el diario La Stampa, tras ser informado de la campaña, el papa reaccionó con “serenidad e indiferencia”.