Tras cancelar en septiembre pasado una seguidilla de conciertos por desconocidas causas médicas, y luego que el propio cantante afirmara en Youtube que se estaba recuperando, Robbie Williams dilucidó el misterio que envolvió la repentina cancelación.

Varios meses después, el cantante quiso revelar las causas médicas de la decisión, presionado, en parte, por las informaciones que difundieron medios británicos, que señalaron que estuvo días en “cuidados intensivos”.

“Mi brazo izquierdo se entumeció y no dejaba de babear por un lado de boca. Tenía dolor de cabeza y también problemas para respirar”, dijo Robbie al matutino inglés The Sun. Esto lo vivió en su camarín minutos antes del concierto que ofreció en Zúrich, el 2 de septiembre pasado.

“Me hicieron análisis, y varios escáneres incluyendo de corazón y cerebro, y encontraron algunas anomalías, incluido algo en mi cerebro que parecía sangre. Eso, obviamente, me dio mucho miedo, así que la decisión (de continuar con sus conciertos) ya no era mía y me enviaron directamente a la unidad de cuidados intensivos”, reconoció Williams.

Por estos días, el cantante descansa en Los Angeles, California, junto a su esposa Ayda Field y sus dos hijos. De acuerdo a las mismas declaraciones, el hecho lo hizo reflexionar sobre su vida y su pasado.

“Me dijeron que no hiciera nada estresante, solo dormir y cuidarme (…). Toda la experiencia me dio verdadero terror, porque he estado en algunos sitios muy oscuros antes, pero entonces tenía 23, 27 o 32 años”, contó, en referencia a los 18 años que llega rehabilitado tras una fuerte adicción a las drogas. “Aun teniendo todo lo que yo tengo, uno no es invencible. Así que a partir de ahora cuidaré de mí mismo con mucho más cuidado”, agregó.

Pero no todo se ve gris en el futuro del inglés: para febrero, en la misma entrevista, confirmó su regreso a los escenarios en Australia.