Una tensa situación se vivió durante la madrugada de este viernes en Chiloé, luego de que uno de los principales dirigentes de los pescadores artesanales afectados por la marea roja, Pablo Oyarzo, anunciara en primera instancia que aceptarían el bono del gobierno por 300 mil pesos en un mes y 150 durante los tres siguientes.

“Me hubiese gustado darle las mejores noticias del mundo (…) hemos hecho todo lo posible (…) para poder lograr mejores cosas para nosotros, pero primero quiero decir a los señores del gobierno, a la presidenta de la república (…) y a todos sus secuaces, ¡no fueron capaces de resolver nuestro problema! (…) Finalmente tuvimos que aceptar la mugre de plata que nos dieron (…) “, señaló entre lágrimas Oyarzo.

El dirigente explicó que desean cuidar a la ciudadanía y evitar enfrentamientos, por lo que decidieron aceptar la mesa de trabajo, sin embargo la noticia no fue bien recibida por los habitantes de la isla, quienes manifestaron su impotencia, furia y rechazo, lo que finalmente presionó al dirigente que se vio obligado a anunciar que continuarían con el paro.

Mientras tanto, otros dirigentes ya se habían manifestado, y habían dado a conocer su rechazo, como fue el caso de Luis Adue, presidente regional de ProdelMar, quien aseguró que la propuesta ni siquiera les servía, por lo que no tenían algo consistente en sus manos para presentar a las bases.

Asimismo sucedió con Marcos Salas, dirigente de Quellón, quien explicó que sin un documento del Gobierno, no podían presentar una propuesta a las bases.

Finalmente Roberto Molina, dirigente del sector La Pasada en la Comuna de Maullín, reafirmó la postura de que al no tener un documento no había con qué trabajar.