Hasta la Contraloría regional llegaron autoridades de la Municipalidad de Concepción para pedir una reconsideración al ente fiscalizador luego que éste detectara irregularidades en los contratos que estableció la entidad edilicia con la empresa que remodeló el estadio Ester Roa Rebolledo.

La medida apunta a aclarar la irregularidad que se constató en los contratos entre el municipio y la empresa Claro Vicuña Valenzuela tras la instalación de las butacas.

El abogado del Comité Técnico Asesor que ayudó en labores administrativas de la reposición del recinto deportivo, Fracisco Santibáñez, indicó que no se entregaron documentos nuevos, sino que se reingresaron archivos para que la Contraloría reconsidere los datos.

Agregó que es falso que se le pidiera a Claro Vicuña Valenzuela la instalación de butacas abatibles, aunque los contratos que revisó el organismo digan lo contrario.

El administrador municipal penquista, Aldo Mardones, sostuvo que la entidad edilicia obró conforme a la normativa vigente y aseguró que existe un aprovechamiento político del tema.

Por su parte, el concejal de RN por Concepción, Joaquín Eguiluz, dijo que él no inventó nada y que fue la propia Contraloría la que cuestionó los contratos entre el municipio y la empresa.

Aún con todos los antecedentes disponibles, la Contraloría podría ratificar su informe de inspección de obras. De ser ese el escenario, en la Municipalidad de Concepción ya adelantaron que recurrirán al ente fiscalizador a nivel nacional.