“Un mea culpa”, eso es lo que según el concejal osornino Juan Carlos Velásquez debe hacer la jerarquía de la Iglesia Católica respecto a su comportamiento ético y el encubrimiento que ha hecho de casos de abuso sexual a menores, cuestión que debiera ser de manera directa y no al analizar la actual crisis de credibilidad que viven diversas instituciones en el país.
Y es que recientemente, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal emitió una declaración pública a propósito del actual contexto socio político, bajo el rótulo: “Convivencia en Chile: desafío ético y respeto a nuestra dignidad”, en el cual se preguntan sobre las causas para el resquebrajamiento del tejido social y de la convivencia como nación.
Una declaración que habla de la situación política, educacional, empresaria, sin dejar de lado la Iglesia Católica, todas ellas, según el análisis, con escasa confianza y mucha incredulidad por parte de la ciudadanía. Algo que en todo caso pasa, según el concejal Velásquez, por la acción de las propias entidades cuestionadas.
En la declaración, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal sugiere el cambio de aquellos aspectos de la institucionalidad del país que posibilitaron el cometimiento de abusos, algo que sin duda hace ruido, según el concejal Juan Carlos Velásquez, pues si bien en el caso político tales hechos han sido abordados, en el caso de la Iglesia Católica no ha sido tal, cuestión demostrada en el encubrimiento de casos de abusos sexuales.
De acuerdo a la entidad eclesiástica, todo este proceso debe llevar a un periodo de introspección tanto personal como institucional y provocar el perdón, que no es impunidad, así como la reparación.
Finalmente, sostienen que “estamos a tiempo para desterrar la idolatría del dinero y de la corrupción, de valorar la actividad política y de sus actores, de reconocer el aporte de tantos trabajadores y empresarios, de avanzar en el trato justo, respetuoso y amable que nos debemos, en fin, de corregir nuestros errores y juntos fortalecer el alma de Chile”.
