La primera preemergencia en Osorno despertó serias críticas a la aplicación de medidas, pese a que según el municipio, aún hay un plan definido. La determinación generó molestias, especialmente en el mundo deportivo, debido a la apresurada decisión.

El sábado el sistema de medición de la calidad del aire marcaba preemergencia a causa de material particulado fino 2,5, situación que se tradujo en que la autoridad sanitaria se dispusiera a la suspensión de humos en fuentes industriales, además de toda actividad física al aire libre.

Con respecto a este último punto, se determinó el inmediato cierre de recintos deportivos, despertando la queja desde el municipio que a través de su administrador, Karla Benavides, mostraba sus críticas.

Reparos a lo que también se sumaron los deportistas, que de un momento a otro se encontraron con los recintos cerrados.

La administradora municipal también cuestionó los efectos reales que resultan de la preemergencia y su fiscalización.

Durante la mañana de este lunes, el sistema de medición de la calidad del aire mostraba nuevamente un evento de preemergencia al medir 118,2 microgramo por metro cúbico de material particulado 2,5, esperando una reacción nuevamente desde el organismo público.