El administrador del Parque Pedro del Río Zañartu lanzó duras críticas a quienes se oponen a la instalación de torres de generación eólica en el lugar. Afirmó que hablan desde la ignorancia y que no tienen moral para criticar, pues a cada uno les tiene guardada “una yayita”.

La génesis de este proyecto eólico está justamente en Martín Domínguez, desde hace 13 años administrador del Parque legado a la ciudad por Pedro del Río Zañartu. Corría el 2002 cuando él mismo, buscando algún tipo de financiamiento permanente contactó a la española Enhol, dedicada a la producción de energías limpias.

Pese a que la empresa ha dicho que se ha tomado 14 meses de plazo para decidir si materializa el proyecto de 10 torres eólicas en altos de Rocoto, Martín Domínguez asegura que la idea sigue firme, en medio de un sinnúmero de opositores a que el Parque acoja este tipo de actividades.

Según el administrador, se requiere de 14 millones de pesos mensualmente para mantener el lugar, y si bien en verano el Museo es muy concurrido, en esta fecha son contadas las visitas. Asegura Domíguez que la cláusula octava del testamento es clara en que de las 552 hectáreas del Parque sólo 100 deben ser destinadas al uso público.

“El Parque no es intocable”, y “otra cosa es con guitarra”, se queja el administrador ante quienes han recurrido a todo tipo de fundamentos para oponerse públicamente a una idea que asegura no hará ningún tipo de daño.

Aunque la crítica de Martín Domínguez es generalizada a los detractores de la iniciativa, al momento del detalle sólo apuntó al concejal penquista, Jaime Monjes, quien fue administrador del Parque y que de acuerdo a un documento exhibido como prueba, fue destituído por faltas a la probidad.