A los 92 años de edad y por causas que aún se desconocen, dejó de existir Ralph H. Baer, conocido como el “padre” de los videojuegos gracias a su invención de la primera consola casera de entretenimiento electrónico.

La información fue confirmada este domingo por familiares de Baer al sitio especializado Gamasutra.

La vida de Baer no fue sencilla. Nacido en 1922 y de ascendencia judía, logró escapar junto a su familia de la Alemania nazi para establecerse en Estados Unidos, combatiendo en la Segunda Guerra Mundial.

Posteriormente aprovechó su instrucción en equipos electrónicos para ingresar a Sanders Associates, donde junto a dos colegas creó en 1966 la que sería conocida como la Brown Box (Caja Café), el primer prototipo de una consola de videojuegos.

Magnavox Odyssey | Evan Amos (CC)

Magnavox Odyssey | Evan Amos (CC)

Tras pasar varios años intentando convencer a sus jefes de su potencial, logró que Sanders licenciara el producto a la empresa Magnavox, lanzando en 1972 la Magnavox Odyssey, la primera consola de videojuegos disponible en forma comercial.

Se trataba de un artefacto primitivo para nuestros tiempos, que utilizaba tarjetas para desplegar hasta 27 juegos diferentes en una pantalla de televisión, haciendo conocido el “tenis de mesa”, que más tarde inspiraría el exitoso Pong de Atari.

También tiene entre sus créditos haber realizado la primera pistola de luz, con la cual se podía disfrutar un juego de disparos en la Odyssey. Además, en 1978 diseñó para Milton Bradley el popular juego de memoria Simon, donde las personas debían recordar un patrón de colores.

Baer recibió numerosos premios durante su vida, entre los que se encuentran dos reconocimientos del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE) por su trabajo pionero en electrónica, el premio a la trayectoria de la Conferencia de Desarrollo de Videojuegos, y una medalla entregada en 2006 por el entonces presidente George W. Bush por su “trabajo innovador en la creación, desarrollo y comercialización de los videojuegos”.