Los palestinos pidieron este miércoles al Consejo de Seguridad de la ONU que presione a Israel para que adopte medidas que pongan fin a la violencia en los alrededores de la mezquita de Al-Aqsa a Jerusalén Este y advirtió de posibles choques religiosos.

El representante palestino Riyad Mansur estimó que los 15 miembros del Consejo de Seguridad debían “adoptar una posición que llame al gobierno israelí a detener todos sus actos y políticas de provocación y de incitación” a la violencia.

Este pedido tiene lugar cuando en Jerusalén sufre un nuevo aumento de la violencia, con un ataque con coche bomba, que dejó un muerto, y choques en la explanada de las Mezquitas.

Mansur explicó que los últimos enfrentamientos en la mezquita Al Aqsa fueron causados por “extremistas” que ingresaron al templo sin quitarse sus zapatos, lo que, recordó, “es una provocación extrema”.