No bastó con la humillante derrota 7-1 contra Alemania en la semifinal, sino que a esa catástrofe se suma la clasificación de su eterno rival Argentina a la final en Maracaná, un lugar que el dueño de casa tenía reservado hace rato.

Este domingo, alemanes y argentinos reeditan las finales de 1986 y 1990, con un triunfo para cada uno.