Esta semana se hizo popular el concepto “normcore”, dando de que hablar en portales de moda como Vogue o en sitios como Vice, donde usuarios de las redes sociales demostraron su insatisfacción con el término y lo criticaron por ser simplemente un nuevo nombre para algo que se viene realizando desde años: vestir “común”.

El concepto fue acuñado por el popular sitio de tendencias K-hole, que durante la semana pasada lo dio a conocer en su revista online gratuita. La página se ha consagrado en el mundo de la moda por su agudo punto de vista sobre los temas de marketing, donde mezclan teorías del arte con el consumo masivo, según la fashion blogger de Vice, Cheryl Santos.

Este nuevo estilo propondría nada más que volver a aquellas zapatillas con calcetines blancos, jeans azules y poleras de colores sólidos que no se eligen durante una hora, sino que se toman sin pensar en la combinación perfecta o sin seguir la última tendencia que leíste en Internet.

En plano general nos dice: “vuelvan a lo básico”. Pero no ese básico “hipster”, nada que ver con aquel look retro sobrecargado de historia y mezclado con modernidad. Esto es un “vístete simple y no exageres tu identidad”. Algo así como lo que hacía Steve Jobs mientras todos buscaban ser más Lady Gaga.

No tener estilo es un estilo

Por paradójico que suene, ésta es la frase que resume de mejor manera este estilo. “Ser especial y ser libre son dos aspectos relacionados a ser jóvenes; hoy en día estos conciernen a todos, sin importar generación o edad”, explicó Emily Segal, miembro de K-Hole, mientras presentaba el término en una conferencia.

Hoy en día con el uso de redes sociales virtuales ser especial es cada vez más difícil, puedes comprar ropa de moda en otros países a muy bajos costos e impregnarte de moda extranjera y así estar in, pero lo que hace la moda es la repetición. Con el fácil acceso a una tarjeta de crédito todos pueden adquirir prendas únicas que lo dejarán de ser cuando se topen en las calles y se miren usando aquellas chaquetas que creían únicas. “Si todos quieren ser especiales, entonces nadie lo será”, explica Santos.

Entonces llega este concepto, que si bien viene a nombrar una realidad más -así como las “selfies”-, sirve para diferenciar y a la vez para “responder a una sobrepoblación de individualismo”, donde ya no hay que copiar ni exagerar o demostrar que eres más que los demás para ser tomado en cuenta, sino que simplemente quieres ser parte de algo y dejar de alejarte de un todo para pertenecer a éste.

K-Hole insiste en que “normcore” se traduce como una libertad entre libertades, una opción inteligente donde -utilizando la analogía de Cheryl- te reconoces como alguien a quien no le gusta la comida tailandesa, pero puedes ir a un restaurante tailandés con tus amigos, ordenar otra comida, y aún así pasarlo bien, sin ironías.

Es muy fácil caminar por el centro de la ciudad y observar la diversidad de estilos, cada uno más exagerado que el otro: creepers altas, abrigos largos y llenos de brillo, pantalones muy apretados o calzas extravagantes.
Sólo por nombrar algunas prendas que las personas usan para tratar de “distinguirse”.

Entonces, se podría decir que el normcore es, también, el cansancio por ser exagerado y loco, hipster y vintage, drag y andrógino.

Las seis prendas que identifican el normcore

La revista GQ enlistó las prendas más comunes del estilo:

1. Polera de tono sólido.

Click the sets first!! (CC)

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2. Jeans azules.

adifansnet (CC)

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3. Chaqueta de polar.

pinkpucca (CC)

pinkpucca (CC)

4. Sandalias con calcetines.

Tobyotter (CC)

Tobyotter (CC)

5. Zapatillas deportivas.

Brian Cribb (CC)

Brian Cribb (CC)

6. Calcetines de tubo.

foqus (CC)

foqus (CC)

La revista Newsweek comentó que al usar una de estas prendas te estás convirtiendo en un icono de la moda mientras que al mismo tiempo ni siquiera te interesa serlo. Calificación que podría ser parte de una de las definiciones del estilo.