Nada bien lo está pasando la seleccionada chilena de vóleibol, Lucía Lozano, una de las pilares del combinado chileno que se quedó con la presea de plata en los últimos Juegos Suramericanos, luego que se viera envuelta en un caso de dopaje que le podría alejar de las canchas.

A finales de enero, y mientras la deportista participaba en un sudamericano anterior a la cita de Santiago 2014, Lozano comenzó a tomar un quemador de grasa, producto de una lesión que le había tenido alejada de las canchas y había provocado un leve aumento de peso en ella.

Sin embargo, la joven que fue una de las figuras del equipo nacional, nunca se imaginó que le podría acarrear un dopaje positivo.

En conversación con BioBioChile, Lucía Lozano reconoció su error, sin embargo, quiso dejar en claro que en ningún momento fue para sacar ventajas deportivas.

‘Fue un error mío, lo tomé como algo normal’, aseguró la deportista, quien confesó que no vio con malos ojos el querer regular su peso para ayudar en la recuperación de su lesión.

‘Fue un error mío no preocuparme de qué sustancias contenía’, lamentó Lozano, ya que no conversó con el cuerpo médico la situación.

La deportista explicó que una vez dada la muestra conversó con el kinesiólogo del equipo, a quien le comentó que estaba tomando el quemador, por lo que tras investigar se percataron que contenía una sustancia prohibida. ‘Desde ahí sabía que iba a marcar’, aseguró.

Así pasó el tiempo hasta que hace un par de días llegó la notificación desde la Federación de Vóleibol de Chile, comunicándole que arrojó positivo en el control realizado en Brasil.

Como en todos los procedimientos, se le entregó la opción a Lozano de solicitar la contramuestra, situación que la deportista rechazó, ya que reconoció que consumió el quemador de grasas.

Posterior a ello, la joven redactó una misiva a la federación para que se hiciera llegar al ente internacional de Vóleibol, a modo de ver reducida su sanción, donde reconoció su error, y reiteró que se produjo solo por un producto para bajar de peso.

‘Conocía casos de doping, (de deportistas) que se inyectan cosas que los aceleran, pero al tomar un quemador de grasa nunca pensé que podía tener una sustancia’, explicó la deportista, reiterando que ‘No estaba buscando ventaja deportiva’.

Además, aseguró que el consumo fue vía oral y que no se inyectó nada, apelando a que tengan en cuenta dicha situación para reducir la sanción.

De esta forma, y mientras se espera la resolución final desde la Federación Internacional de Vóleibol, la deportista mantiene en velo si podrá seguir jugando profesionalmente o se verá obligada a alejarse de las canchas por el periodo de tiempo que se determine.