Ángela Jeria, madre de la mandataria electa Michelle Bachelet, y el presidente uruguayo, José Mujica, fueron premiados el miércoles en Montevideo por su contribución en materia de derechos humanos en América Latina.

Los premios Monseñor Leonidas Proaño fueron otorgados por la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos, que ha premiado en otras oportunidades a Juan Somavía, Rigoberta Menchú y Baltasar Garzón, entre otros.

Jeria fue premiada “por su extraordinario aporte en la consecución de los esfuerzos desde la comunidad internacional, para salvar las vidas de la población civil centroamericana que padeció los rigores de los conflictos internos en sus países durante la década de los ochenta, así como de quienes debieron huir al exilio” por las dictaduras en el el Cono Sur, explicó durante el acto de premiación el presidente de la asociación, el senador Juan Pablo Letelier.

Jeria agradeció el galardón “en nombre de cientos de chilenos y chilenas que lucharon por la defensa de los derechos humanos”.

“Los derechos humanos no se agotan en el respeto a la vida y la integridad de la persona”, remarcó la dirigente, defendiendo la necesidad de promover y proteger la diversidad, la defensa frente al abuso, la participación, la libre expresión y la protesta.

“Hace 40 años comenzó en mi país una lucha contra el Estado (…) Hoy avanzamos hacia una sociedad en que el Estado se convierte en garante de los derechos”, añadió.

En relación a Mujica, la asociación explicó que entregó el premio al presidente uruguayo por su impulso a la polémica ley que reguló el mercado de la marihuana, en “el inicio de una estrategia nueva, audaz y valiente”, además de su respaldo a la legalización del matrimonio homosexual y del aborto.

Mujica consideró el premio “un aliciente” y lo agradeció “en nombre de los muchos luchadores sociales” de América Latina.