En un mundo donde la tecnología se introduce con fuerza en la sala de clases y dónde los dispositivos móviles son manejados cada vez a más temprana edad, a muchos preocupa que la habilidad de escribir en papel se irá poco a poco alejando de las personas.

De manera creciente, en Estados Unidos desde el jardín infantil los niños están aprendiendo a usar no sólo computadores, sino también equipos móviles como tabletas y teléfonos inteligentes para aprender incluso, a escribir. De hecho, desde 2014 la letra manuscrita dejará de ser obligatoria en todos los colegios del país.

Un profesor de Los Angeles, California, dijo a la agencia AFP que desde el primer día de clases ponen a los niños delante del teclado, “donde aprenden a escribir y si un alumno es más lento, encontrará una aplicación que se adapte a sus necesidades. Así se interesará más, porque es algo que entiende, no hay un mismo programa para todos, todos son diferentes y las aplicaciones se adaptan a cada uno de ellos”.

“Todos escriben en un teclado, todos envían mensajes de texto. La cursiva se puede considerar como un arte extinguido, que ya no es necesario. Los niños nacen rodeados de tecnología, inmersos en ella y nosotros buscamos adaptar la tecnología para que aprendan y hemos visto que eso les motiva, ahora quieren venir a la escuela”, explicó Bernadette Lucas, directora de la Escuela Inicial Melrose Avenue.

Sin embargo, para muchos docentes esta práctica constituye una amenaza para siglos de tradición de escritura a mano. Una profesora señala que “los estudiantes ya no tienen las mismas habilidades motrices; no querría que se frustraran en su educación por el empobrecimiento de su motricidad y por la importancia que se le da a la computadora”.

Otros se preguntan -por ejemplo- si con el tiempo, al olvidar las letras escritas a mano, ¿serán incapaces las nuevas generaciones de leer manuscritos antiguos?