Las regiones de Valparaíso y del Maule podrían ser las próximas localidades en ser declaradas como zonas de emergencia agrícola, debido a las heladas que se registraron durante la segunda quincena de septiembre. Mientras el Ministerio de Agricultura revisa estos antecedentes, el Gobierno toma cada vez mayor distancia de las cifras que manejan los grandes empresarios frutícolas.

Dos reuniones sostuvo durante esta jornada el ministro de Agricultura, Luis Mayol. La primera con los diputados UDI por la región del Maule, Romilio Gutiérrez y Celso Morales y, la segunda, con el intendente Metropolitano, Juan Antonio Peribonio y la diputada socialista por la zona, Denise Pascal.

En ambos encuentros, el ministro Mayol escuchó la misma inquietud: ver la posibilidad de declarar esas localidades como zona de emergencia agrícola, debido a los daños que provocaron las heladas en los terrenos de pequeños, medianos y grandes empresarios agrícolas, particularmente del sector frutícola.

El secretario de Estado reiteró que esta determinación, en primera instancia, es tarea de los gobiernos regionales y los intendentes.

Este sábado en Curacaví, el intendente Metropolitano dará a conocer el catastro de daños de la región, antecedentes que serían derivados al Ministerio de Agricultura para solicitar la declaración de zona de emergencia agrícola.

Esta petición ya fue realizada por las regiones de Valparaíso y el Maule, cuyos antecedentes están siendo analizados por el Ejecutivo.

El intendente del Maule, Rodrigo Galilea, confirmó que se solicitó decretar zona de emergencia en toda la región, por un monto de ayuda cercano a los mil millones de pesos, los que irían en beneficio de pequeños agricultores.

Por otra parte, este viernes los ministros de Agricultura, Luis Mayol, y de Hacienda, Felipe Larraín, reiteraron que el impacto de las bajas temperaturas que se registraron en seis regiones del país es menor al señalado por la Federación de Exportadores de Fruta, Fedefruta.

El presidente de esta asociación gremial, Cristián Allendes, señaló que no han exagerado cuando hablan de pérdidas cercanas a los mil millones de dólares y hasta 150 mil puestos de trabajo que se perderían.

Fedefruta estima este daño debido a que el 90 por ciento de las plantaciones frutales se encuentra en las zonas afectadas, en este caso, desde las regiones de Coquimbo hasta el Maule y, parcialmente, en el Bío Bío.