En el marco del escándalo financiero destapado en 2003 donde se reveló la sustracción por parte de ejecutivos de Inverlink de $84.000 millones en instrumentos financieros desde Corfo, la Corte Suprema ordenó que la Sociedad Inversiones Torres del Paine S.A. restituya más de $2.000 millones de estos montos.

Los documentos de propiedad de Inverlink fueron entregados a distintas sociedades y cobrados por éstas, entre las que se encuentra la mencionada sociedad de inversiones.

Tras la sentencia que rechazó que Inversiones Torres del Paine S.A. restituyera los dineros, la tercera sala de la Corte falló en favor del recurso de casación que presentó la Corporación de Fomento.

La irregularidad se detectó luego que el Banco Central advirtiera sobre la filtración de datos de política monetaria al gerente de Inverlink desde la cuenta de correo de la secretaria del presidente de la entidad, quien en ese entonces era Carlos Massad.