Varios presidentes de Sudamérica se reúnen este jueves en Bolivia para darle su apoyo a su par Evo Morales, quien sufrió el cierre temporal del espacio aéreo de cuatro naciones europeas, por sospechas de que transportaba en el vuelo Moscú-La Paz al prófugo estadounidense Edward Snowden.

El gobierno boliviano confirmó la asistencia de Cristina Kirchner (Argentina), Rafael Correa (Ecuador), Nicolás Maduro (Venezuela), José Mujica (Uruguay) y Dési Bouterse (Surinam), que se suman al anfitrión, en la ciudad de Cochabamba, centro del país.

El encuentro de gobernantes será “para asistir a un acto de apoyo incondicional al gobierno de Bolivia, al Estado plurinacional de Bolivia, frente a esta desproporcionada e injusta agresión de Estados Unidos y sus aliados europeos”, afirmó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.

No se confirmó la presencia de Dilma Rousseff (Brasil), Ollanta Humala (Perú), Juan Manuel Santos (Colombia) ni Sebastián Piñera, pese a que Correa estuvo gestionando una cumbre de emergencia de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), apenas se enteró de que Morales aterrizó de emergencia en Austria, por el veto aéreo.

Paraguay está suspendido de Unasur, tras la destitución del presidente Fernando Lugo vía juicio político en junio de 2012.

El secretario general de la Unasur, Alí Rodríguez, dijo que los que aún no confirmaron su presencia en Cochabamba, “informarán posteriormente el nivel de su representación”.

Sin embargo, se escucharon voces disonantes sobre la reunión de países. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se solidarizó con su par boliviano, pero llamó a evitar que el incidente ocurrido “se convierta en una crisis” con Europa.

“Nos solidarizamos con Evo Morales, porque es inaudito lo que le hicieron, pero no permitamos que se convierta en crisis diplomática AL (América Latina)con UE”, escribió Santos en su cuenta en la red social Twitter.

La indignación sigue

En varios países del mundo continuaron este jueves las reacciones de rechazo a la decisión de Francia, Italia, Portugal y España de prohibir temporalmente que Morales pase con su avión, en su viaje de Rusia a Bolivia, por la simple sospecha de que lleva a Snowden, buscado por Washington, tras revelar un vasto plan mundial norteamericano de espionaje.

El venezolano Maduro anunció que su gobierno va a evaluar sus relaciones diplomáticas con España, a cuyo gobierno calificó de “infame”.

“Lo que ha hecho el gobierno de España es infame”, aseveró Maduro. “¿Qué se cree ese presidente (Mariano) Rajoy? ¿Que los sudamericanos somos sus esclavos?”, lanzó en declaraciones en vivo transmitidas por Telesur.

Rusia condenó en tanto la actitud de los cuatro países europeos por haber cerrado su espacio aéreo al avión de Morales, quien debió permanecer del martes al miércoles varias horas en Viena.

“La acción de las autoridades francesas, españolas y portuguesas no puede interpretarse como un gesto amistoso hacia Bolivia o Rusia”, dijo el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado, y pidió que se “respete la soberanía” de todos los países.

Anteriormente condenaron por separado la actitud de París, Madrid, Lisboa y Roma, los presidentes y gobiernos de Argentina, Chile, México, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Costa Rica, Brasil y Perú y la Organización de Estados Americanos, que también exigieron explicaciones.

El Mercosur se declaró este jueves indignado por el incidente y consideró el suceso como una “grave ofensa” al bloque regional, según un comunicado difundido en Montevideo.

No bastan las disculpas

“No bastan sólo las disculpas”, afirmó Morales este jueves en Bolivia, al retomar en la madrugada sus actividades con una reunión con el bloque de parlamentarios, y acotó que su país llevará a los responsables a tribunales internacionales, porque lo que sufrió -insistió- es una violación de tratados internacionales.

El presidente boliviano se pregunto “cuál era el objetivo central, ¿sólo asustarme? ¿acallarme? ¿intimidarme? ¿cuál era la meta?” inquirió Morales y negó que haya pasado por su mente sacar a Snowden de Moscú, donde se encuentra en tránsito en el aeropuerto internacional desde hace más de 10 días, para llevarlo a Bolivia.

“Nuestro pecado -insistió- es ser indígenas y anti-imperialistas”, que, según él, son las razones de las presiones de Estados Unidos sobre los cuatro países europeos.

Bolivia también convocó a los embajadores de Francia, España e Italia en La Paz para que den una explicación, mientras que el oficialismo tramita en el Congreso una resolución para pedir a la cancillería que se los expulse.

La rabia boliviana persiste, aunque París ofreció sus disculpas, Madrid dijo que no hubo ninguna prohibición y Roma y Lisboa no dieron una explicación oficial.

El ministerio de Relaciones Exteriores francés manifestó su “pesar” por el “contratiempo”, mientras el presidente François Hollande dijo que autorizó “inmediatamente” que el avión presidencial boliviano sobrevolara Francia cuando supo que el presidente Morales estaba a bordo.

La embajada de Francia en La Paz fue atacada el miércoles con piedras y palos por vecinos y campesinos, en protesta por lo que le hicieron a Morales.