Durante la mañana del sábado el ministro Jaime Mañalich se refirió a la legalización de la marihuana y los alcances que podría tener esta medida, la cual calificó como “un arma de doble filo”, alejándose un poco de la postura mostrada hace sólo un mes en torno al mismo tema.

En el marco del día internacional de la prevención de drogas, el jefe de la cartera de salud nuevamente se mostró abierto a analizar la opción, sin embargo esta vez fue enfático en afirmar que existe un peligro, y que se deben estudiar en detalle todos los alcances del uso despenalizado de la marihuana.

“Es un arma de doble filo. A veces hay patologías psiquiatrías tras su consumo, a veces simplemente el uso se hace en forma recreativa. Hay muchas situaciones que tienen que ser evaluadas con mucho cuidado”, indicó.

Por lo anterior aseguró que se debe analizar el panorama internacional, y utilizó de ejemplo la situación vivida en Uruguay donde, según afirmó, se tuvo que bajar el proyecto de despenalización por los alcances que tendría.

“Un país que legalizaba la marihuana, se transformaba inmediatamente en un paraíso del tráfico y del consumo de marihuana”, señaló.

Asimismo, el ministro Mañalich dio a conocer que según las cifras oficiales hay 400 mil personas que manifiestan haber consumido alguna droga este año, de los cuales unos 100 mil reconocen ser adictos que no pueden dejar de consumir.

Finalmente el secretario de estado señaló que antes de terminar el Gobierno de Sebastián Piñera, se habrán entregado 45 mil cupos para rehabilitación y tratamiento de estas adicciones.

Recordemos que el pasado mes de mayo el ministro Mañalich se había mostrado a favor de la iniciativa, tras darse a conocer un informe de la OEA que sugiere que algunos sectores de América Latina deberían considerar despenalizar el consumo de algunas drogas.

“Yo como médico estoy de acuerdo en despenalizar el consumo personal de ciertas drogas”, afirmó el titular de Salud en la instancia.

Sin embargo, el Gobierno tuvo que aclarar los dichos del secretario de estado, asegurando que el consumo privado de drogas no está penalizado y el consumo público es una falta y no un delito, e indicando que el Gobierno no cree que deban existir cambios legales sobre este tema.