Decenas de miles de turcos volvieron a la calle el jueves para fustigar al primer ministro islamista conservador, Recep Tayyip Erdogan, que regresará por la tarde al país tras una gira por el Magreb, en el séptimo día de unas protestas que se cobraron su tercera víctima, un policía que cayó al vacío cuando perseguía a varios manifestantes.

La noche en Estambul transcurrió sin incidentes por primera vez desde el inicio del movimiento, que se inició con una protesta contra un proyecto de urbanización de la plaza Taksim y acabó por aglutinar a quienes atribuyen a Erdogan un autoritarismo creciente y planes de islamización de la sociedad.

El miércoles, decenas de miles de personas desfilaron en las principales ciudades, respondiendo al llamamiento de dos poderosos sindicatos de izquierda, sobre todo en Estambul y Ankara, para exigir la renuncia del jefe de gobierno.

En Adana (sur), un policía murió como consecuencia de las heridas recibidas al caer de un puente en obras cuando perseguía a varios manifestantes, informó la televisión privada NTV.

Se trata de la tercera víctima desde el inicio de la ola de contestación, después de la muerte de dos manifestantes.

El miércoles también hubo enfrentamientos en Rize (a orillas del mar Negro, noreste) entre adversarios y partidarios del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002. Según la televisión CNN Türk, centenares de personas atacaron a unos 25 jóvenes que preparaban una protesta.

Para evitar violencias, el vice primer ministro, Huseyin Celik, exhortó a los miembros del AKP a abstenerse de ir a recibir a Erdogan al aeropuerto, probablemente el de Estambul, cuando a últimas horas de la tarde regrese de Túnez. “El primer ministro no necesita hacer gala de su poder”, dijo Celik.

Erdogan, contrariamente al presidente, Abdula Gül, y al número dos de su gobierno, Bülent Arinç, se mostró inflexible y calificó de “extremistas” a los manifestantes, que lo acusan de autoritarismo y de querer islamizar a la sociedad.

El sábado pasado se mostró desafiante al afirmar: “Si quieren organizar concentraciones (…), cuando ellos reúnan a 20 personas, yo reuniré a 200.000 y cuando ellos sean 100.000, yo movilizaré a un millón de miembros de mi partido”. Recordó además que el AKP obtuvo más del 50% de los votos en las elecciones generales de 2011 y se mostró confiado en ganar los comicios locales de 2014.

Arinç había pedido el martes disculpas a los manifestantes heridos durante la represión, pero Erdogan, en declaraciones desde Argelia, tachó de “extramistas” y de “vándalos” a los participantes en las protestas.

La respuesta no se hizo esperar y una multitud volvió de inmediato a ocupar la plaza Taksim, coreando: “Los vándalos están aquí, ¿Dónde está Tayyip?”.

Los manifestantes exigen ahora la destitución de los jefes de la policía de varias ciudades, entre ellas Estambul y Ankara, así como la liberación de las personas detenidas, el abandono del proyecto urbanístico de la plaza Taksim, la prohibición de los gases lacrimógenos y un mayor respeto de la libertad de expresión.