El fallecido ex dictador argentino Leopoldo Galtieri “espera en el infierno” a la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, ironizó el martes el diario argentino Página/12, en referencia a los dos gobernantes, que en 1982 se lanzaron en una guerra por las Islas Malvinas.

La muerte de Thatcher el lunes a los 87 años ocupó las portadas de toda la prensa de Buenos Aires, que la evocó como la Dama de Hierro y recordó su rol clave en la guerra de Malvinas, que se extendió por 74 días y dejó más de 900 muertos (649 argentinos, 255 británicos y tres isleños).

De su lado, Clarín, el diario de mayor circulación, consideró a la ex primera ministra británica, que gobernó el Reino Unido de 1979 a 1990, “el símbolo imperial de la guerra de Malvinas”, así como “de la revolución conservadora”

“Su legado es tan controvertido como fue su gobierno, que dejó un reino dividido por sus políticas, un país privatizado y sin industrias, sindicatos arrasados, mineros sin medios de vida, un partido conservador que se olvidó de la responsabilidad social y enterró la solidaridad, a favor de un individualismo donde florecieron los “nuevos ricos”, su otra herencia, junto a los propietarios de sus propias casas”, detalló el matutino.

El diario La Nación destacó el silencio del gobierno argentino frente a la noticia, en tanto consideró que el hundimiento del crucero “General Belgrano”, el 2 de mayo de 1982, con un saldo de 323 muertos, fue “la decisión más controvertida” de Thatcher.

“Para muchos argentinos se trató de un crimen de guerra, ya que el Belgrano estaba fuera de la zona de exclusión delimitada unilateralmente por los británicos”, afirma La Nación, que dedicó cinco páginas a la figura de la ex primera ministra.

No obstante, según el periódico, “ningún integrante de la Armada (marina de guerra) argentina avala esa posición, ni siquiera los hombres que formaron parte de la tripulación del crucero, unos 1.093. Ellos afirman que estaban en una misión de combate”.

Clarín coincidió en que el conflicto bélico de Malvinas “potenció” la imagen de Thatcher, sobre todo al “ordenar hundir el Crucero General Belgrano, para sabotear una probable salida negociada del conflicto”.