Las autoridades de la salud de Estados Unidos dijeron el jueves que están siguiendo de cerca la situación sobre la gripe aviar provocada por el nuevo virus A (H7N9) en China, que ya dejó cinco muertos. También dijeron que empezaron a trabajar en el desarrollo de una vacuna, un proceso que tomará varios meses.

“Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) siguen de cerca la situación y están en coordinación con los asociados nacionales e internacionales en muchas áreas, incluyendo la recopilación de mayor información para evaluar adecuadamente los riesgos para la salud y el desarrollo de una posible vacuna contra este virus”, afirmaron en su página web.

Los CDC explicaron además que están examinando la cadena de secuencia genética del virus H7N9 y evaluando las posibles consecuencias con respecto a su capacidad de propagación y la gravedad de la infección que provoca.

También determinarán si las pruebas existentes para el diagnóstico de la gripe aviar deben ser cambiadas o si deben ser puestos nuevamente a punto.

“La situación está cambiando y todavía hay mucho que aprender” acerca de este nuevo agente patógeno que causa infección pulmonar grave, agregaron.

El virus A (H7N9) nunca había infectado previamente a los seres humanos, a diferencia del H5N1.

Hasta el momento ha causado la muerte de cinco personas entre los 14 contaminados, de los cuales seis son de Shanghai, China. Sin embargo, el virus no parece propagarse fácilmente.

Las autoridades de salud de Shanghai han dicho que ninguna de las ocho personas que habían estado con el último paciente que murió tuvo síntomas de la enfermedad.