El colegio Inmaculada Concepción en la capital penquista negó el ingreso al establecimiento de una alumna, hijas de apoderados dirigentes de las manifestaciones contra la venta del establecimiento. Ésta se trata de la cuarta vez que cometerían desacato, desautorizando una orden de tribunales.

Dos fiscalizadores de la seremi de Educación llegaron hasta la institución para exigir la reincorporación de la estudiante, con una orden de no innovar entregada por la Corte de Apelaciones de Concepción.

Ni los fiscalizadores ni los apoderados permitieron que la dirección del colegio aceptara la matrícula de la alumna.

Alejandro Grandón, padre de la menor, indicó que la sostenedora del colegio es quien, aconsejada por sus abogados, insiste en desacatar la orden de los tribunales

El director del colegio, Eduardo Vega, presentó un escrito ante la Corte de Apelaciones donde solicitan que se aclare la orden de no innovar, en cuanto a lo que se decreta en ella.

En tanto, el abogado de Grandón, Pablo Muñoz, señaló que están estudiando nuevas acciones judiciales.