A la “lista parlamentaria común” que exigen desde la oposición, obedecen las diferencias entre el senador Alejandro Navarro y la Concertación, para llegar a un acuerdo por el cupo senatorial Bío Bío Costa. El senador del MAS advirtió al bloque opositor que Michelle Bachelet, tras su llegada, deberá ordenar la casa.

Las exigencias que el Partido Socialista y la Concertación imponen al actual senador Alejandro Navarro, para su repostulación por Bío Bío Costa por el cupo PS, apuntan al apoyo irrestricto a la candidatura presidencial de Michelle Bachelet, un programa común de gobierno sin disidencias y una plantilla parlamentaria común y única de la oposición apoyada por el Movimiento Amplio Social de Navarro.

Este último requerimiento es la piedra de tope para avanzar en los acuerdos, y Navarro sostuvo que espera la llegada de Bachelet para superar las diferencias que el congresista mantiene con la Concertación.

Por otro lado, el senador emplazó a la Concertación a la celeridad en los procesos para definir candidaturas, conciente de la ventaja que adquiere a diario su principal enemiga política Jacqueline van Rysselberghe.

La plantilla de Navarro, de negociar con la Concertación, no superaría los tres cupos para postulaciones parlamentarias dirigidos al Movimiento Amplio Social, donde milita, limitado para un movimiento político afianzado en la zona, según el sector que representa.

Por otro lado está también limitado en los aportes por devoluciones electorales en términos monetarios, que finalmente sería la otra piedra de tope para una postulación solitaria del actual senador, sin financiamiento, según fuentes de la Concertación.