El alcalde de Los Ángeles confirmó que una parte importante de la colección de armas antiguas que se almacenaba en el Museo de la Alta Frontera, no está en la bóveda del edificio municipal, temiéndose que las piezas se extraviaron o fueron robadas.

Trabucos, carabinas, arcabuces y fusiles, entre otras armas de época, fueron parte de la colección que en 1989 se trasladó desde el desaparecido museo municipal de calle Colo Colo hasta su nueva ubicación, en el edificio Bernardo O’Higgins.

Ahí estuvieron hasta que el terremoto de 2010 obligó a cerrar el museo. Aunque las piezas de colección habitualmente no estaban a la vista del público, sí se almacenaban en una bóveda de seguridad, a la espera de exhibiciones.

Sin embargo, inspecciones rutinarias de Carabineros, en el marco de la Ley de Armas, confirmaron la noticia entregada por la radio a fines de diciembre respecto a que no está más de un tercio de las 60 piezas originales, según lo ratificó el alcalde Esteban Krause.

La autoridad catalogó el hecho como grave, tomando en cuenta que las armas antiguas son parte del patrimonio histórico de la ciudad de Los Ángeles.

Por lo pronto, los antecedentes sobre la desaparición de las armas fueron remitidos a la Fiscalía de Los Ángeles, que lidera una investigación que apunta a saber dónde están las piezas y quienes eran los responsables de su mantención.

Hay que tener en cuenta que desde el punto de vista patrimonial, hace algunos años se denunció la desaparición o robo de media docena de piezas de platería mapuche en el mismo Museo de la Alta Frontera, de un incalculable valor cultural.