Desde Viña del Mar, Carlos Rodríguez nos envía esta imagen y la siguiente descripción:
Esta fotografía corresponde a una postal del Año Nuevo en el cerro de Miraflores en Viña. Los fuegos artificiales siempre serán los mismos en cuanto a colores, coordinación, estallidos y variedad, pero siempre hay momentos que hacen especiales cada una de las ocasiones que celebramos un nuevo año.
Pues este hombre le dio el toque diferenciador: despreocupado, adoptando la posición que le acomoda, viendo los fuegos con solemnidad como si estuviese observando un espectáculo exclusivamente pensado para él.
Al mismo tiempo, ignorando al resto del público considerándolos como si fueran sólo algún tipo de adorno de la instancia, quienes incluso le pedían que se bajase del vehículo, ya que algunos sentían que les tapaba parte del panorama de la gran bahía porteña.
Aún así, este sujeto irradia considerar las peticiones como un elemento vivo del momento y le resta importancia. Seguramente a este hombre en la mente le vienen recuerdos de su vida, de su familia y de la gente que ha visto o de quienes ha saludado en algunos días, como también que cosa se nos puede venir en el pasar de los días.
¿Lo que puede capturar una cámara, no?
No dudamos y decidimos capturar esta imagen, cuya autora es mi hermana de 13 años Karen Andrea Rodríguez Urra, quien desde muy pequeña es aficionada a la fotografía.
El hombre sereno | Carlos Rodríguez
