Las autoridades estadounidenses lanzan una nueva ofensiva conjunta, del gobierno federal y varios Estados, para tratar de que los bancos paguen por sus abusos en la venta de acciones vinculadas a préstamos hipotecarios de riesgo, responsables de la crisis financiera de 2008.

El presidente estadounidense Barack Obama formó en enero un grupo de trabajo sobre esta cuestión, el RMBS según su sigla en inglés, en nombre del cual el responsable de Justicia del Estado de Nueva York, Eric Schneidermann, presentó una denuncia el lunes contra JPMorgan Chase, el banco más importante del país.

“Es negativo para JPMorgan Chase incluso si no es una sorpresa porque se sabía desde enero que el grupo de trabajo iba a generar denuncias”, dijo un analista de Standard and Poor’s, Eirk Oja.

El exbanco de inversión global Bear Stearns está acusado de vender títulos adosados a grupos de hipotecas, engañando a los inversionistas sobre la calidad de estos préstamos, que incluían deudores de hogares insolventes, según la denuncia presentada por Schneidermann.

“Los acusados han cometido múltiples actos de fraude y engaños mediante la promoción y venta de estos” títulos, “en particular en documentos bursátiles y herramientas de marketing”, señala la denuncia.

Las autoridades no dieron cifras sobre el monto que esperan recuperar pero instaron a JPMorgan Chase a restituir todas las ganancias y comisiones percibidas por la venta de esos productos, compensar a los inversores que perdieron dinero y pagar una multa.

El comunicado de Schneidermann evaluó el martes en 22.500 millones de dólares las pérdidas generadas por esos productos.

JPMorgan Chase anunció de inmediato que va a responder a esas acusaciones sobre hechos anteriores a la adquisición de Bear Stearns.

Una portavoz de JPMorgan Chase dijo que el banco había comprado Bear Stearns “en un fin de semana” de marzo de 2008 “a impulso del gobierno estadounidense”, y precisó que la demanda se basa “exclusivamente en la conducta pasada de esa entidad”.

Eric Schneidermann advirtió que la denuncia contra JPMorgan Chase será seguida de más demandas contra otras grandes instituciones de Wall Street, aunque no brindó detalles al respecto.

“Van a intentar demandar por todo lo que fue emitido en materia de acciones ligadas a préstamos inmobiliarios” antes de la crisis, estimó Erik Oja, que citó en particular al Bank of America.

Esta otra importante entidad bancaria estadounidense se encuentra en la mira por su compra del emisor de créditos hipotecarios Countrywide.

Según Schneidermann, la autoridades quieren “ver a los responsables rendir cuentas de sus actividades ilegales y engañosas que llevaron a la formación de una burbuja financiera” y se haga justicia para los inversores y propietarios que perdieron su vivienda.