El enclave español de Melilla, en el norte de África, está reforzando la frontera que lo separa de Marruecos tras recientes asaltos de inmigrantes, afirmaron el miércoles sus autoridades, asegurando que cientos de personas están preparadas para forzar la entrada a suelo español.

“Hay un grupo numeroso, de varios centenares, que pueden ser cerca de mil, que están por la zona”, en el lado marroquí de la valla de separación, esperando una ocasión para escalarla, declaró por teléfono a la AFP un portavoz de la delegación del gobierno español en Melilla.

Más de 400 inmigrantes de origen subsahariano intentaron forzar en grupo la frontera entre Marruecos y Melilla el sábado por la noche.

“Hubo dos asaltos, uno a las nueve de la noche de unos 300 inmigrantes, de los que llegaron a acceder unos 60, y otro a las cinco de la mañana, con unas 150 personas, en el que no accedió nadie” a territorio español, precisó el portavoz.

Otro incidente similar había tenido lugar el 14 de agosto en que participaron unos 150 inmigrantes.

Ante esta presión “constante y numerosa”, las autoridades españolas reforzaron la seguridad en la frontera con Marruecos, afirmó el delegado del gobierno español en Melilla, Abdelmalik El Barkani.

“Se ha levantado la altura de la valla y en estos momentos se están haciendo algunas obras que impidan también que (los inmigrantes) se puedan agarrar a la propia alambrada”, explicó en declaraciones a la radio pública. “Y luego también hay cámaras de vigilancia y más personal”, agregó.

El objetivo es evitar que se repita la situación vivida a finales de 2005, cuando se regristraron asaltos en grupo casi diarios a las fronteras de Melilla y Ceuta, el otro enclave español en el norte de África.

Catorce inmigrantes murieron entonces intentado cruzar la frontera, algunos de ellos por disparos de las fuerzas del orden marroquíes o españolas.