Canadá ganó su primera medalla de bronce de la historia en el fútbol femenino al derrotar 1-0 a Francia en Coventry, este jueves, en un partido que las Bleues dominaron ampliamente pero pagaron caro su falta de puntería quedando fuera del podio.

Las canadienses, que lograron su primera recompensa en fútbol femenino en grandes citas, se impusieron con tanto de Diana Matheson (90+2), tras una jugada enredada en que la centrocampista remató sola a gol.

“Me siento genial. Esto parece irreal, es como un sueño”, dijo Matheson.

Pese al amplio dominio de Francia, que generó al menos siete situaciones de gol clarísimas, Canadá nunca bajó los brazos y terminó llevándose un premio demasiado grande para lo que mostró este jueves, aunque compensa el esfuerzo sin fruto de la derrota en semifinales ante Estados Unidos, 4-3 en alargue tras ir arriba en el marcador tres veces.

“El fútbol es cruel. Francia se va a casa sin nada. Pienso que todos allá en casa hicieron fuerza frente a nuestro arco”, afirmó el técnico canadiense John Herdman.

Francia, que fue cuarta en el último Mundial de Alemania-2011, una vez más se queda fuera del podio, en una nueva frustración para su técnico Bruno Bini, que había armado un equipo para ganar al menos una medalla en Londres-2012.

Tras unas semifinales de alta tensión y nervio, Francia se marchó amargada con una derrota ajustada por 2-1, fallando incluso un penal, ante el vigente campeón mundial Japón, mientras Canadá cayó en el último suspiro del alargue ante EEUU.

Japonesas y estadounidenses se miden por el oro este jueves por la tarde en Wembley.

Este jueves en Coventry, tras un primer tiempo que realmente sirvió de round de estudio para limar fortaleza física, Francia fue una tromba en la segunda parte, generando al menos siete situaciones de gol clarísimas, pero la falta de puntería de sus jugadoras le ahogó el grito de gol.

“Faltó eficacia, como contra Japón, y la eficacia es fundamental en el fútbol. Es triste porque estábamos acá para ganar una medalla”, analizó la capitana francesa Sandrine Soubeyrand.

La primera llegó con un remate en el palo de la atacante Elodie Thomis (62), cuyo rebote lo mandó por encima su compañera Gaetane Thiney.

La portera canadiense Erin McLeod creía que lo peor había pasado, pero al revés, estaba por llegar. Un minuto después un disparo de Thomis dio en el larguero tras pase en penetración.

A los 64, la centrodelantera Eugenie Le Sommer desperdició abajo del arco un centro de la muerte de Thiney y tres minutos más tarde la misma Le Sommer se comió el gol con un zurdazo que rozó el palo.

Bruno Bini se tomaba la cabeza y no lo podía creer. Menos cuando Corine Franco (70) tocó al gol una jugada enredada que despejó sobre la línea la volante Desiree Scott y ocho minutos después la misma defensora gala mandó por encima, sola, una pelota de gol.

Canadá aguantaba como podía y sabía que ‘los goles que se fallan en un arco se pagan en el otro. Su capitana Christine Sinclair, máxima artillera del torneo con seis goles, mandó al equipo arriba en los instantes finales y, al revés de lo que les pasó contra Estados Unidos, esta vez terminaron festejando.

Un gol tardío de Matheson, que aprovechó un jugada enredada para encontrarse con el bronce en la boca del arco (90+2), le dio a Canadá un premio que tal vez mereció recoger contra Estados Unidos, el lunes pasado en Manchester.

“No hay peor guión, esto es cruel”, afirmó la defensa Sonia Bompastor. “Terminar una vez más en cuarto puesto, va a ser difícil recuperarse. Fuimos ampliamente superiores a las canadienses”, añadió.

Canadá, semifinalista en EEUU-2003 como mejor resultado en fútbol femenino, organizará el próximo Mundial en 2015. Su equipo logró un hito, una primera medalla, antes de esa gran cita que les aguarda con muchas esperanzas.