Con la finalidad de entregar un apoyo económico a sus usuarios, a partir del lunes 6 de agosto la Dirección General del Crédito Prendario (Dicrep) mejorará sus préstamos sociales y para ello subirá el límite máximo de dinero que entrega por el empeño de alhajas y de objetos varios.

La medida fue anunciada en la Plaza de Armas de Santiago por el subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, y por “La Tía Rica” en persona, quien explicó que “antes, cuando un sobrino me entregaba en garantía una alhaja, le prestaba por ella hasta 100 mil pesos. Ahora le daré hasta 150 mil pesos, dependiendo de la tasación. Y si lo que me trae es un objeto vario, como un televisor LED o LCD, un notebook o un Ipad, entre otros artículos, el límite de préstamo tiene un alza de un 75 por ciento, pasando de 40 mil a 70 mil pesos”.

El subsecretario, en tanto, comentó que “con esto queremos reforzar la misión social que le ha dado el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, por medio del Ministerio que dirige la Ministra Evelyn Matthei, a nuestra querida Tía Rica en cuanto a poder ayudar de manera oportuna y solidaria a muchas más personas, que por estar sin trabajo o por tener antecedentes comerciales no tienen acceso a la banca u a otra forma de ayuda financiera formal. O bien, por un tema de ahorro simplemente no quieren recurrir a tarjetas de las casas comerciales”.

El director nacional de Dicrep, Alejandro Iturra, agregó por su parte que “como institución estamos haciendo un gran esfuerzo para que nuestros usuarios tengan día a día un crédito cada vez más conveniente y es por ello que, además, junto con el anuncio que hizo ‘La Tía Rica’, sumaremos otro: entre el 6 y el 21 de agosto subiremos el valor del gramo de oro de 6 mil a 7 mil 500 pesos, lo que significará que, en promedio, en ese período el monto de los préstamos que entregamos por una alhaja tendrán un alza de un 25 por ciento, manteniendo el interés simple de un 2,5 por ciento mensual y los 6 meses de plazo para pagar, con la posibilidad de renovarlos por una única vez por la misma cantidad de tiempo”.

En la oportunidad se explicó que de cada diez personas que acuden a entidad, cuatro utilizan el dinero que les entrega la institución para pagar servicios básicos como agua, luz y gas; tres lo usan para cumplir con distintos compromisos comerciales; dos para comprar alimentos y el resto para fines diversos, como costear la movilización o la salud.